Por Mariana Apud
01 Noviembre 2020
Por la pandemia, el acceso del público a las competencias deportivas se vio afectado. Se autorizó la presencia de pocas personas o, directamente, se disputan a puertas cerradas. La aplicación del protocolo para combatir la covid-19 va generando las postales visuales a las que la humanidad deberá acostumbrarse. Incluso los expertos especulan que las multitudes en los grandes estadios nunca volverán a reunirse, por más que aparezca la vacuna.
En algunos deportes, como el fútbol, el cambio no sólo es visual, también es actitudinal. “Antes del cierre de estadios al público, el equipo local ganaba un 45% de los partidos frente a un 29 %del visitante. Tras el cierre de estadios, pasó a ser un 41% de victorias locales y un 33% de visitantes”, explicó Carlos Cueva. La conclusión del estudio del investigador de la Universidad de Alicante es que con los estadios vacíos, el dueño de casa gana menos partidos. Durante el Tour de Francia de ciclismo, quedaron episodios para reflexionar que tan considerados -o desconsiderados, en realidad- son los espectadores pese a tener espacios habilitados. La tradición que no cabe en la realidad actual se mantuvo: los aficionados se acercaron, cara a cara, a los ciclistas en los ascensos. Lo preocupante además es que no usaban correctamente el barbijo. La pandemia estableció un antes y un después en el entorno deportivo.
Sin ausencia de "trapos"
El estadio “Libertadores de América” lució a pleno en el partido por la Copa Sudamericana de 2017 que el “Rojo” ganó por 2-0 para pasar a los octavos de final. Hace cuatro días nadie estuvo en las tribunas para presenciar la victoria de Independiente por 1-0 por el mismo torneo internacional. Para el jueves, cuando se juegue la revancha en 25 de Mayo y Chile, la hinchada de Atlético tomó recaudos de modo que los jugadores sientan algo de apoyo: mandaron a hacer una enorme bandera con fotos de hinchas para colgar en la tribuna.
El gigante Camp Nou
Es uno de los estadios más imponentes del mundo y el cuarto en capacidad. Con lleno total, puede recibir a 99.354 personas. El último clásico español que Barcelona perdió por 3-1 sin testigos presenciales el pasado 24 de octubre, será todo un símbolo de los cambios que provocó la pandemia en el deporte mundial.
Abierto de EEUU
En 2019 el estadio Arthur Ashe, estuvo colmado. Más de 23.000 personas, atestiguaron la consagración de Rafael Nadal. En 2020 el panorama fue opuesto: el austríaco Dominic Thiem ganaba el torneo neoyorquino con las tribunas desiertas. Roland Garros se pudo jugar con público, pero con un límite diario de 5.000 personas, muy distinto al habitual de 11.500.
Tour de Francia
El panorama en las zonas de escaladas de la carrera de ruta más importante del mundo fue muy distinto de un año a otro. En la montaña, los corredores pedalean con mucho esfuerzo, por ello los fanáticos se ubican para ver el paso de la caravana que va mucho más lento y se aprecia mejor. En 2020 las cunetas estaban vacías (fotos de abajo).
Finales de la NBA
Toronto, específicamente, y Canadá, en general, se revolucionaron cuando Raptors ganó la final de 2019. Los partidos de la serie se jugaron también en Estados Unidos ya que el rival fue Golden State Warriors de California. En 2020, la final se jugó en un único pabellón del Walt Disney Resort. Los Ángeles Lakers fue el campeón en la “burbuja sanitaria”.
Lo más popular
