El nacimiento de lo popular

El nacimiento de lo popular

Por Julio Bárbaro, ex diputado nacional por el Partido Justicialista (1973-76 y 1983-85).

Julio Bárbaro Julio Bárbaro FOTO TOMADA DE PERFIL.COM.AR
17 Octubre 2020

¿El 17 de octubre tuvo una importancia crucial en el origen del peronismo o más bien es parte de la mitología peronista?

Fue un día esencial: es la salida del pueblo a la calle, el nacimiento de lo popular, la ocupación de la calle como expresión de la política. Además, ahí nace la fractura social, porque va a ser Ernesto Sanmartino el que diga: “es el aluvión zoológico”, y va a ser Raúl Scalabrini Ortiz el que diga: “es el subsuelo de la patria sublevado”. O sea, el 17 de octubre es la expresión masiva de la identidad cultural de los humildes.

Así, la anterior identidad cultural partía de una concepción europea y esta parte de una concepción nacional. La diferencia es importante no solo porque responde a si se es patria o se es colonia, sino también porque supera la distinción entre civilización y barbarie: el 17 de octubre es la expresión civilizada de la barbarie.

¿Cuál fue el rasgo distintivo del primer peronismo?

El primer peronismo fue el ingreso de la Argentina en la Revolución industrial. En la Década Infame, la idea era la del Pacto Roca-Runciman, la de una Argentina agroexportadora, es decir, dependiente de las importaciones de Inglaterra. Perón, en cambio, planteó el desarrollo de lo propio, que por lo demás era lo mismo que ya había planteado Yrigoyen: “no seamos dependientes, vivamos con lo nuestro”. La Argentina de Perón fabrica aviones, tractores, motos y coches, desarrolla energía atómica... en fin, ingresa en la tecnología del mundo.

Y además lo hace sin ubicación ideológica, porque la identidad nacional abarca todas las ideologías: no éramos ni yanquis ni marxistas, éramos políticamente independientes y queríamos salir de la dependencia económica agroexportadora para producir nuestra propia industria. El logro fue importante: nos convertimos en el país más desarrollado del continente. La Argentina era una esponja que integraba inmigrantes y cabecitas negras del interior. El progreso era la clave de la sociedad, era el país de “m’hijo el dotor”, del padre analfabeto que tenía hijos universitarios.

¿Qué queda del primer peronismo en la Argentina de hoy?

No queda nada. Como idea, lo destruyeron entre Carlos Menem y Néstor Kirchner. Los dos son traidores al peronismo. Es más: a la patria, porque lo que viene en decadencia en la Argentina no es solo el peronismo, sino que es toda la política. Yo hablaba con Daniel Scioli y Mauricio Macri y de lo único que podíamos conversar era de fútbol, porque ninguno de los dos había leído un libro. Perón, en cambio, formaba parte de una generación que tenía una concepción del mundo y de la vida.

O sea, el peronismo y el radicalismo hoy no son nada, el kirchnerismo nunca fue nada, los conservadores ya no conservan nada, la Argentina está en decadencia junto con todas sus ideologías. Perón murió con 5 % de pobreza y hoy tenemos más de 40 %. ¿Qué tienen que ver con eso el menemismo y el kirchnerismo? Todo.

Por eso a mí ya no me interesa el futuro del peronismo, porque los dirigentes peronistas no tienen nada que aportar. El peronismo sí podría aportar su historia, pero no habrá ningún futuro para la Argentina mientras la política, que es la que le otorga el rumbo a la sociedad, siga siendo una política sin debate de ideas.

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