20 Septiembre 2020
Capacitación y seguimiento
El sensei de yudo Juan Pablo Soria Ferullo tuvo doble experiencia con lo virtual. Él siguió capacitándose, mientras que a sus alumnos puede hacerles un seguimiento. “Las capacitaciones son buenísimas. Lo bueno es que hay un grupo de Whatsapp con los ‘profes’ del país donde todo se puede chequear nuevamente”, destacó. Con los chicos fue un poco más difícil, ya que mantenerlos atentos frente a la computadora por largo tiempo fue complicado. La alternativa fue darles algunos tips a los padres, ellos filman a los alumnos y envían los videos. “Por ejemplo, les dijimos que a un bolso con ropa (foto de la izquierda), le pongan el yudogui, le aten el cinturón y hagan el lance como si fuera una persona”, comentó uno de los ingeniosos métodos.
Oportunidades únicas
“En los primeros meses hubo muchas capacitaciones con técnicos europeos que quizás jamás podríamos haber escuchado”, reconoció Yamil Chaya. El técnico del equipo femenino de Primera de Tucumán de Gimnasia asistió a cuanta charla pudo. La mayor cantidad de tiempo en casa y la amplia oferta que brindan las salas virtuales fue la combinación exitosa. “Sin duda, fue un año de transición para deportistas y entrenadores. Y tampoco tengo dudas de que vamos a volver mejorados”, anunció Chaya.
Sirve para no volver tan mal
Ya en Tucumán, luego de obtener los permisos correspondientes y cumplir con el aislamiento protocolar en un hotel y luego en su casa, María de la Paz Corbalán sigue entrenándose virtualmente tres veces a la semana junto al equipo. La jugadora de voley de Boca no está del todo cómoda con las prácticas frente a una pantalla o celular, pero ante la situación tuvo que adaptarse. “Al principio me costó mucho. Me fui acostumbrando e intentando tener otros elementos para entrenarme mejor, pero tuve momentos en los que no quería saber nada. Me enojaba, pero volvía a estar bien entendiendo que no había más alternativas”, comentó la jugadora del campeón de la Liga Argentina. “Los entrenamientos por Zoom nos sirven más que nada para no volver tan mal en el momento en que se retomen las actividades que para crecer, ganar fuerza o seguir mejorando”, estableció Corbalán.
La prueba estará en la cancha
Ya sea con la camiseta de Aguará Guazú, de la selección tucumana o de Las Pumas, Florencia Moreno necesita regresar al césped. “Siento que necesito volver a pisar una cancha y ver dónde me encuentro parada. Por eso es difícil contestar si volveré siendo mejor jugadora. Por supuesto que mis ganas son esas”, deseó la rugbista de 25 años. Hay incógnitas en Moreno, pero también unas cuantas certezas. “En lo físico estoy mejor. En lo emocional, en esta larga cuarentena aprendí a conocerme y lidiar con mis problemas. Lo técnico es lo que faltaría reforzar porque estuve entrenándome sin compañeras al lado”, detalló Moreno.
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