Por Gustavo Frías Silva
05 Septiembre 2020
Reporte Rural: hay fuertes motivos para cuidar la agroindustria
Un estudio realizado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina muestra que por cada U$S 10 que ingresan al Estado por ventas al extranjero, U$S 7 provienen de las exportaciones de productos vinculados al campo. El país tiene la potencialidad de producir alimentos para 500 millones de personas. Los Gobiernos deben atender estos datos.
E n reiteradas oportunidades en esta columna y en la edición diaria de LA GACETA se informa sobre la importancia económica y social de las producciones agropecuarias y de su cadena industrial en la Argentina, debido al gran aporte de divisas que genera, al producir para el mundo alimentos de calidad en cantidad.
El país está sufriendo una creciente pérdida de competitividad, producto de la inflación, del aumento de costos en dólares, de la creciente presión fiscal, del alto costo de financiamiento y del deterioro de la infraestructura. Todo esto impactó negativamente en la viabilidad de los sectores productivos; y ahora se suma la pandemia de la covid-19, que profundiza aun más los problemas de arrastre. A raíz de ello ahora se dan resultados de quebranto en numerosas cadenas productivas -muchas que no son agroalimentarias-, que ponen riesgo la cadena de pagos y, con ello, el nivel de actividad económica del país.
Pese a esto se torna fundamental volver a recalcar sobre la importancia del sector agroalimentario nacional y sobre la necesidad de hacer todo lo posible para mantenerlo competitivo y productivo.
Al respecto, resulta muy interesante comentar un estudio realizado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), por medio de su Monitor de Exportaciones Agroindustriales: afirma que el aporte del sector para la economía del país es de U$S 7 por cada U$S 10 que ingresaron por ventas al exterior.
Este estudio afirma que unos U$S 20.000 millones ingresaron al país por exportaciones agroindustriales durante el primer semestre del año, lo que representó el 74% de las exportaciones totales: U$S 7 de cada U$S 10.
El informe de FADA afirma que somos el primer exportador mundial de aceite y de harina de soja, de yerba y de porotos; segundos en maní; terceros en maíz, en soja, en girasol y en peras, y cuartos en carne de vaca, en camarones, en langostinos, en té negro y en leche en polvo.
Los productores trabajan produciendo alimentos para el mercado interno y para las exportaciones.
Ambos mercados resultan necesarios, como lo indica el informe, ya que las exportaciones se necesitan para la economía diaria de los hogares: cuando vendemos afuera granos, carne, frutas y legumbres ingresan las divisas que necesitamos para comprar lo que no producimos en el país, como celulares, ropa, partes de autos o de las TV y computadoras, entre otros.
Nuestro país tiene el potencial para producir alimentos para casi 500 millones de habitantes, por lo que se deben impulsar políticas que apoyen las iniciativas productivas agroexportadoras.
Resulta interesante conocer que de los U$S 20.000 millones generados de esas ventas agroindustriales, el 70% provienen de las cadenas granarias; un 15%, de economías regionales; un 8%, de carnes; un 2%, de lácteos y un 5%, de otros productos.
Nuestro país tienen un neto corte de país agroexportador; y los números publicados por FADA y por demás organismos que estudian las economías del país dejan en claro ese perfil.
Argentina se ubica dentro del “Top 3” de mayores exportadores: complejo soja, un 38,4%; complejo maíz, un 16,6%, y complejo trigo, un 9,2%. En el “Top 3” de complejos con mayor inserción internacional: té, con el 94%; limón, con un 19%, y legumbres, con el 82%. En el “Top 3” de productos con mayor share de mercado: aceite soja, con el 51%; yerba mate, con un 44%, y harina de soja, con un 36%.
Sigue sumando puntos en el “Top 3” de complejos con mayor concentración de destinos: complejo yerba, con el 90%; té, con el 89%, y porcino, con el 82%. Y a esto se suma el “Top 3” de complejos con mayor concentración de origen: té, con el 100% NOA; lácteo, con el 99% Pampeano, y avícola, con el 98% Pampeano.
Los números de este estudio son por demás elocuentes. Los Gobiernos deben tener la certeza de que apoyar las agroexportaciones debe ser su caballito de batalla, y generar todos los recursos para fortalecer estas producciones.
La actual crisis económica, social y sanitaria que vive la Argentina es muy grande. Y aun con esta carga, el sistema productivo de alimentos del país continúa trabajando con firmeza.
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