“La compra de armas que hizo Juan Manzur a una empresa extranjera fue, lisa y llanamente, un fraude a los tucumanos. Así lo dije en aquel momento, cuando realicé la denuncia penal contra el Gobernador y contra el ministro de Seguridad, Claudio Maley”, señaló el legislador radical José Canelada.
- ¿Por qué los denunció?
- Porque optaron por comprar 4.000 pistolas Jericho, en vez de adquirir la misma cantidad de pistolas Bersa, que significaba un costo total muy inferior. Se habrían ahorrado alrededor de $ 100 millones. Además la operación fue realizada a través de una empresa privada con sede en Buenos Aires y no mediante la compra directa a Israel.
- ¿Por qué se tendría que haber optado por las Bersa?
- Porque son de origen nacional, similares a las israelíes, de entrega inmediata, con un servicio posventa nacional y de fácil acceso a sus repuestos, muy importante a la hora de pensar en el mantenimiento. En cambio las Jericho tenían un servicio muy caro y complicado de posventa. Los repuestos debían ser solicitados a Israel, además de que su entrega iba a demorar más de un año. Además, la empresa Bersa también es importador y distribuidor en nuestro país de las Jericho, y también, según dichos de esa firma, a un costo inferior que la que ofrecía la empresa porteña.
- El equipamiento no termina de llegar...
- ¿Dónde estuvo el beneficio para los tucumanos? Ya pasaron dos años y todavía no llegó todo el equipamiento. La única noticia que tenemos del uso de las pistolas Jericho es que se ha usado una de ellas para matar a Luis Espinoza. Pagamos U$S 8,5 millones para matar a un tucumano.
- ¿Qué pasó con la demanda judicial?
- Lamentablemente la Justicia desestimó la denuncia penal, pero a todas luces está claro que la estafa se ha concretado. Pagamos millones en dólares por armas que no nos entregaron. Y claro que hay responsables directos de esto, y tienen nombre y apellido: Manzur y Maley.