Cuarentena: “El problema de los barrios puede afectar a todos los tucumanos”

“Estamos muy preocupados”. Tres palabras utilizó el psicólogo social Emilio Mustafá para definir cómo se vive la cuarentena en los barrios vulnerables de la Capital y de toda la provincia. El profesional camina Los Vázquez, pero también está atento con su mirada y oídos a lo que sucede en otros lugares. “El problema de los barrios puede afectar a todos los tucumanos en un futuro no muy lejano. Debemos entenderlo”, agregó en una entrevista con LA GACETA el especialista en la lucha contra las adicciones.

- ¿Cómo es la situación en los barrios?

- Está muy complicada. Hay una realidad. Se trata de un importante sector de la población que no puede cumplir con el ‘quedate en casa’. Estamos hablando de familias numerosas de entre seis y hasta 11 miembros que viven en vivienda de dos ambientes. ¿Cómo hacen para cumplir con esa orden? Es imposible. Por eso es importante que se manejen otras estrategias. En el conurbano bonaerense han tomado otro camino. Ellos están utilizando el ‘quedate en tu barrio’, que es una muy buena salida. Tengo entendido que está dando muy buenos resultados porque el Estado está totalmente comprometido en esa problemática.

- ¿Qué sucede en estos tiempos de cuarentena en esos lugares?

- Surgieron nuevos fenómenos. Los chicos y más grandes se terminan reuniendo en las esquinas y eso genera más problemas. Primero se incrementó el policonsumo de todo tipo y después se da una situación de mayor tensión porque saben que la Policía llegará en cualquier momento y les pedirá que se retiren a sus domicilios. Eso genera un importante conflicto que se mantiene latente. Pero lo más importante es que esta es una reacción lógica lo que están sintiendo los habitantes de los barrios vulnerables.

- ¿Qué están sintiendo?

- Por la pandemia se cerraron todos los Cepla y a los trabajadores de Desarrollo Social se les ordenó no seguir realizando tareas de asistencia en esos lugares. Hay personas que no saben, o no entienden, de políticas sanitarias, por esa situación sienten que han sido abandonados por el Estado. Al no ver a esas personas recorriendo las calles se angustian. Y esa angustia genera, entre otras cosas, el policonsumo.

- ¿A qué se refiere cuando habla de policonsumo?

- Que empiezan a consumir todo tipo de sustancias, desde alcohol, pasando por drogas y hasta pegamento por la escasez de cocaína y varios de sus derivados. Es un retroceso muy grande el que los chicos estén consumiendo pegamento nuevamente. Con $ 50 compran una dosis de pasta base o paco que la consumen en cuestión de minutos. Con $ 60 les venden pegamentos en las botellitas más chicas de gaseosas y la utilizan entre tres y cuatro horas. Y ojo, aquí no hay está en juego la vida de una persona que está perdida en las adicciones, sino de toda la población en general.

- ¿Por qué?

- Los adictos entran perfectamente en la calificación de población de riesgo. Están desnutridos y, por las drogas que consumen, tienen destruido el sistema respiratorio, especialmente los pulmones. Cuidado, no sólo es que se pueden enfermar, sino que pueden contagiar a las personas que están a su alrededor. Por el nivel de vulnerabilidad, puede desencadenarse una tragedia sanitaria. Y cuidado, hay que tener muy en cuentan que unos 300.000 tucumanos habitan esos barrios que rodean a toda la capital. Hay que tomar conciencia de lo que puede pasar.

- ¿Cómo se afronta este problema?

- Hay que acentuar el trabajo que se está realizando. Se debe tener una mirada mucho más amplia para atender el problema. Todo el Estado debe marcar presencia en estos lugares para que el coronavirus no genere una verdadera tragedia. Se debe realizar una tarea bien coordinada para conseguir mejores resultados. Por ejemplo: el sistema de salud está desarrollando una fuerte tarea para preparar los centros asistenciales. Sin embargo, hasta lo que sabemos, en ese plan no están contempladas las personas que sufren de adicción. A estos pacientes, no sólo se los tendrá que atender por la enfermedad, sino que deben ser tratados por el síndrome de abstinencia que sufrirán durante la internación.

- ¿Qué es lo que se debería hacer?

- Lo primero es insistir con la educación sanitaria. Después brindar asistencia social y por último controlar que se cumplan las medidas. Sería bueno recurrir a la Policía en situaciones extremas. Ellos están cumpliendo con su deber, pero en los barrios vulnerables su presencia irrita a los vecinos. Entonces, es preferible que formen una especie de tercera barrera para que intervengan cuando realmente sea necesario. Por eso insisto que la tarea multidisciplinaria será fundamental.