Clan Toro: las detenciones que fueron un duro golpe para la familia

Clan Toro: las detenciones que fueron un duro golpe para la familia

IRRASCIBLE. “La Jefa” trata de impedir que le saquen fotografías. IRRASCIBLE. “La Jefa” trata de impedir que le saquen fotografías.
07 Marzo 2020

En la calurosa madrugada del 24 de enero de 2009, a horas de que se cumpliera un mes de la muerte de Walter Santana, el joven que había sido asesinado cuando se presentó a comprar drogas, decenas de policías coparon los barrios 11 de Febrero y Arturo Illia, de Villa 9 de Julio. Personal de la Dirección General de Drogas Peligrosas irrumpieron las viviendas de los Toro para sumar pruebas en contra de los miembros de la familia. El juez Daniel Bejas, que había autorizado las medidas, también ordenó la detención de Daniel “El Rengo Ordóñez” Tévez si es que llegaba a ser descubierto en alguno de esos lugares. Pero el sospechoso de ser socio de Margarita Toro, esa noche no durmió allí.

En la Justicia se sospechaba que “La Jefa” era la líder de la organización. Los vecinos contaron que, al poco tiempo de haberse separado de “El Rengo Ordóñez”, Margarita, reunió a toda la familia en una larga mesa y les prometió que nunca más serían pobres, que vivirían bien y que no tendrían problemas económicos porque ella los haría partícipe de sus negocios. Cuatro años después, en 2006, en la casa de su hermano Manuel “Maño” Toro, en un procedimiento la policía secuestró más de un kilo de cocaína. Ese fue el primer indicio de que el grupo estaba desplegando su red de narcomenudeo en Villa 9 de Julio.

En los allanamientos realizados por la Policía en 2009, además de más de un kilo y medio de cocaína, armas y dinero, los investigadores se toparon con viviendas de frentes humildes, pero cuyos interiores estaban cargados de lujos.

Las casas eran de dos pisos, con revestimientos de cedro y nogal, habitaciones con jacuzzi, televisores de plasma y de LCD de no menos de 29’, enormes camas king size y costosos vehículos 4x4, motos y cuatriciclos. En una de las viviendas, incluso, había un sillón de peluquero, en otra, una batería que sería la envidia de varios rockeros de Tucumán. Las propiedades vecinas, en cambio, eran precarias, montadas con chapa, ladrillos quebrados, letrinas por baño y una habitación para ocho personas.

MEDIDAS. Una de las viviendas allanadas en enero de 2009. MEDIDAS. Una de las viviendas allanadas en enero de 2009.

Además, parecían haber sido construidas y decoradas por una misma persona: muebles similares, las mismas escaleras, los mismos mosaicos, las mismas copas y, como calcadas, las mismas imágenes del Gauchito Gil y de San Jorge. “Esto es producto de las ganancias del cyber, lo podemos demostrar”, explicó una de las sospechosas a los gritos para que fuera escuchada.

En el megaoperativo que se desarrolló en 2009 fueron arrestados “La Jefa”, sus hermanos Manuel (que estaba prófugo de la Justicia desde hacía más de dos años), Martín Justino y Ana Verónica; y sus sobrinos Jorge Walter Sandoval, Juan Enrique Díaz, Verónica Paola Toro y Joana Toro (las dos últimas, hijas de “Maño”); Marta Rosario Ligerón (pareja de Martín), Julio Antonio Martínez (pareja de Paola) y Javier Armando Aguirre también fueron detenidos. Todavía debían enfrentar un tribunal que los terminaría condenando.

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