En el medio de las propuestas, solo uno filtró contenido político

En el medio de las propuestas, solo uno filtró contenido político

LA GACETA/FOTO DE JULIO MARENGO LA GACETA/FOTO DE JULIO MARENGO

Diversas propuestas para  mejorar la calidad de vida en Yerba Buena. Excelente para el debate, mejor para los vecinos. Pocas chicanas y un protagonista excluyente en el plano de incorporar la ideología y la crítica política en la discusión: Walter Aráoz (Frente Justicialista por Tucumán). El concejal peronista fue el único de los cuatro que se preocupó, cuantas veces pudo -e incluso eludiendo los temas exigidos para discutir- por enfatizar la pertenencia al oficialismo y la defensa de la fórmula del FJT. Igualmente cuestionó la gestión nacional de Cambiemos y de Macri, en especial. Si bien trajo iniciativas, la marca de su participación será la de las objeciones políticas y la insistencia por diferenciarse de Bernardo Racedo Aragón (Acción Regional), reiterando que él sí responde al gobernador, Juan Manzur, y que es su referente. En esa línea no pasó inadvertido que atacara, sin mencionarlo, a José Alperovich, diciendo que no puede representar al peronismo quien se fue. Desde la lectura política el papel de Aráoz quedó más que claro: intentar afianzarse como el único referente del PJ en Yerba Buena.

El intendente Mariano Campero (Vamos Tucumán) estuvo alejado del tono político y sólo mencionó hacia el final del debate a la candidata a gobernadora de su espacio, Silvia Elías de Pérez; pero nada deslizó sobre el macrismo. Al promediar la discusión, el jefe municipal hizo referencias indirectas a la gestión provincial atacando a la SAT. Y luego deslizó lo que sería la observación política más dura al decir que Manzur y Alperovich son lo mismo. De Campero debe destacarse, especialmente, su decisión de prestarse al debate y de no rehuirle por su condición de jefe municipal. En ese rol, lo central de su paso fue apostar a resaltar los logros de su gestión para no dejar escapar el voto yerbabuenense. Racedo Aragón no realizó demasiadas referencias políticas; su preocupación radicó en demostrar que tiene propuestas y que conoce a la ciudad como para poder conducirla. Sólo se acordó que es acople de Manzur en los últimos minutos de la exposición. Nada de ideología o política partidaria; lo suyo estuvo exclusivamente enfocado a seducir al vecino desde la crítica a la gestión del intendente y sobre sus proyectos. Luis Farina (Hacemos Tucumán) sólo se acordó de Alperovich cuando bajaba el telón del debate. Nada de meterse en el plano político. Trató de ganarse las simpatías de sus vecinos con propuestas, sencillas y claras; de hacerse más conocido. Cada uno vino con su libreto y, por lo visto, ninguno lo dejó de lado.

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