Traslasierra rezuma historia y naturaleza

Esta semana, la provincia de Córdoba sumó su segundo parque nacional, el Traslasierra. El objetivo será proteger tanto la biodiversidad como su patrimonio histórico, ya que en el predio hay vestigios de la cultura de los comechingones y fue propiedad del político y periodista Lisandro de la Torre.

El Parque se ubicará en las 105.000 hectáreas de la Estancia Pinas, en el noroeste cordobés, sobre el límite con La Rioja y protegerá una porción del Chaco Árido y Chaco Serrano, entre ecorregiones en serio estado de fragilidad, según se informó.

En marzo de 2017, el gobierno provincial y la Administración de Parques Nacionales (APN) firmaron un Convenio de Cooperación para formular y ejecutar una estrategia de conservación por medio de la creación de dos áreas protegidas nacionales, una en la Estancia Pinas y el otro en la laguna de Mar Chiquita y Bañados del Río Dulce. Para coordinar la aplicación de ese convenio se constituyó una Comisión Mixta integrada por representantes de la APN y de la Provincia, y un comité Asesor con representantes de distintas entidades: Aves Argentinas, Yaku Sumaq y la Universidad Austral.

“Un nuevo Parque Nacional es una nueva posibilidad de desarrollo a través del turismo de naturaleza; un turismo que permite conservar el ambiente y generar recursos genuinos para las localidad vecinas al Parque. Aves Argentinas está trabajando junto al Ministerio de Turismo de la Nación para fomentar el turismo de naturaleza y este parque es también parte de ese gran proyecto”, destacó Hernán Casañas, director ejecutivo de Aves Argentinas.

Además de albergar más de 220 especies de aves, 35 de mamíferos y 30 de reptiles, en Pinas acaba de ser descubierta una especie que está catalogada en peligro de extinción: el pecarí chaqueño o chancho quimilero (Catagonus wagneri).

En 1908, Pinas fue adquirida por Lisandro de la Torre con un crédito del Banco Español, aunque el político y periodista santafesino recién tomó posesión del campo en 1917 y en 1925 decidió “refugiarse” en él. Su idea era trasformar a Pinas en un centro agrícola y ganadero pero, debido a las duras condiciones climáticas, no logró hacerlo. Las únicas ganancias durante este período las obtuvo un socio de De la Torre talando los quebrachos colorados, quebrachos blancos y algarrobos de la zona.

Historia

Luego de su suicidio en 1939, el campo fue adquirido por el hacendado y político Juan Manubens Calvet (que fue intendente de Villa Dolores) en un remate. El periodista Raúl Larra (1913-2001) cuenta parte de esta historia en el libro sobre Lisandro de La Torre llamado El Solitario de Pinas. Manubens Calvet falleció en 1981 sin herederos directos. Los bienes de su herencia son administrados desde entonces por la justicia provincial. Actualmente, la estancia se encuentra dentro de las categorías roja y amarilla de la ley de bosques (es decir, de máximo y de intermedio valor de conservación), lo que limita las actividades económicas que se desarrollan en ella.