Una fábula de destino y venganza

Steven (Colin Farrell) es un eminente cirujano casado con Anna (Nicole Kidman), una respetada oftalmóloga. Viven felices junto a sus dos hijos, Kim (Raffey Cassidy) y Bob (Sunny Suljic).

Cuando Steven entabla amistad con Martin (Barry Keoghan), un niño de dieciséis años sin padre a quien decide proteger, los acontecimientos dan un giro siniestro. Es que el neurólogo observa desesperado cómo sus hijos contraen una enfermedad que él es incapaz de explicar. Steven tendrá que escoger entonces entre cometer un impactante sacrificio o arriesgarse a perderlo todo.

El cineasta griego Yorgos Lanthimos (“My best friend”, “Colmillos”, “Kinetta”, “Alps” y “Langosta”) dirige este thriller psicológico con elementos sobrenaturales que coescribe junto a su colaborador habitual, Efthimis Filipou. El guión les valió el premio compartido en el último Festival de Cannes.

“El sacrificio del ciervo sagrado” es una fábula de destino y venganza que se puede contar en dos versiones, y prueba que el Lanthimos va construyendo en cada película un universo propio que opera bajo sus propias reglas y condiciones.