Gimnasia (J) y San Martín se las ingeniaron para demostrar cómo no se debe jugar al fútbol

Gimnasia (J) y San Martín se las ingeniaron para demostrar cómo no se debe jugar al fútbol

SIN PUNCH. Gonzalo Rodríguez remata ante la marca de un defensor de Gimnasia y Esgrima de Jujuy. Esa fue una de las pocas llegadas con peligro que San Martín creó en los 90 minutos de juego. prensa casm SIN PUNCH. Gonzalo Rodríguez remata ante la marca de un defensor de Gimnasia y Esgrima de Jujuy. Esa fue una de las pocas llegadas con peligro que San Martín creó en los 90 minutos de juego. prensa casm

El pitazo final de Ramiro López fue un alivio para todos los presentes en la “Tacita de Plata”. Gimnasia de Jujuy y San Martín se tomaron vacaciones antes de tiempo. Los 90’ de ayer estuvieron de más; podrían haberse ahorrado el trabajo de jugar la fecha 12 e impedir que más de 3.000 tucumanos llegaran a Jujuy para morirse de aburrimiento.

El “Lobo” no se quedó con los tres puntos porque le faltó cinco para el peso. Un equipo limitado, que juega a lo que le sale, intentó llevarse por delante a un San Martín inexpresivo, apático, falto de ideas y sin ganas.

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Entre los dos equipos no hicieron uno y el “cero” fue más grande que el “23 de Agosto”. La producción del “Santo” en Jujuy rozó lo patético.

El fútbol es un deporte colectivo. Se juega tocando la pelota entre compañeros que tienen puesta la misma camiseta y metiendo la pelota en el arco contrario. Y ayer el “Santo” no estuvo ni cerca de lograr alguno de esos ítems. Pateó por primera vez al arco a los 85’, gracias a Nicolás Benegas, que cuando ingresa lo hace de manera correcta. El misionero cedió de pecho a Gonzalo Rodríguez que estuvo “a nada” de cantar bingo y hacer que el “Santo” se saque la grande en San Salvador. Pero no, en el fútbol a veces la justicia aparece en escena y esta fue una de ellas. Gimnasia y San Martín repartieron puntos pero antes habían dividido errores y falta de ideas.

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San Martín rescató un punto en su última excursión de 2017 porque Rolando Serrano salvó una pelota en la línea cuando el juego se moría. Unos minutos antes, otra vez Chopy”, pero junto a Walter Busse y Lucas Acevedo, se revolcó en el área para ahuyentar una bola de Alexis Blanco que tenía destino de red.

Una quimera

Durante el duelo fue muy difícil ver dos pases seguidos. Ni hablar de tres toques; una quimera en un partido en el que los remates a los arcos se contaron con los dedos de una mano. El “Lobo” y el “Santo” demostraron que para ser protagonistas de un torneo en el que nadie puede dar el salto de calidad, les falta dar una vuelta de tuerca.

Llegó el final para una primera parte de torneo en la que San Martín sufrió más de la cuenta para dar el salto de calidad. El cierre de año llegó justo a tiempo. Llegó el momento de parar la pelota y estudiar bien los pasos a seguir. Si en La Ciudadela quieren festejar a mitad de 2018 deben cambiar muchas cosas.

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