Quiénes son los funcionarios de Campero

En las oficinas que ocupaba la gente de Daniel Toledo hay unas cuantas computadoras. Además de pocas, son prehistóricas: algunas tienen ranuras para disquetes. Por eso, una vez que el jefe municipal saliente y sus funcionarios les entreguen las llaves del edificio municipal a los nuevos gobernantes, éstos deberán entrar con sus ordenadores a cuestas, dicen.

El martes 3 de noviembre, el para entonces intendente de Yerba Buena, el todavía electo Mariano Campero, pondrá en funciones a la totalidad de su gabinete. Desde un tiempo a esta parte, Campero ha terminado de definir, en su mayoría, quiénes conducirán las ocho secretarías y las 17 direcciones que componen el actual organigrama de la Municipalidad.

En ese grupo se encuentran sus colaboradores más íntimos, como el abogado Manuel Courel, el arquitecto Franco Marigliano, el contador Marcelo Soria Catania, el licenciado en ciencias políticas Pablo Machiarola y el ingeniero Julio Rossi, entre otros. Estos hombres han acompañado a Campero en su gestión como concejal y durante la campaña en la que resultó electo, el pasado 23 de agosto.

“He tratado de armar el mejor equipo”, asegura él. En pos de esa misión, ha decidido que Courel -un abogado de 40 años- sea su jefe de Gabinete. “Conozco a Mariano; sé cuál es su visión de la política. Mi misión será bajar esos ejes a los funcionarios, para que los proyectos puedan materializarse”, cuenta Courel. En su currículum, se lee que ha trabajado para un bufete internacional, que ha hecho una maestría en la Universidad de Texas, que asesora al diputado radical José Cano y que se desempeña en el estudio de su familia. Entonces, cuando uno le pregunta cómo va a conciliar ahora su vida laboral con la función pública, responde: “como lo vengo haciendo. Este año he trabajado de modo activo en política, y no de dejado de atender a mis clientes”.

La edad de Courel es el promedio en el que oscila el resto del gabinete. Machiarola, por caso, tiene 34 años y se hará cargo del área de prensa y difusión. “Pasará a llamarse Secretaría de Difusión y Gobierno abierto”, anticipa. ¿La razón? Dice que la publicidad en los actos de gobierno y la participación ciudadana serán las patas de su misión. “Daremos a conocer las declaraciones juradas de los funcionarios”, ejemplifica.

El arquitecto Franco Marigliano -45 años, doctor en arquitectura e hijo del ex rector de la UNT, Mario Marigliano- irá al frente de la Secretaría de Obras Públicas y Planeamiento Urbano. Actualmente, la dependencia se llama Obras y Servicios Públicos, pero Campero planea desdoblarla. A Marigliano lo escoltarán el sanitarista José Domián y el ingeniero civil Vicente Stagnetto.

En Servicios Públicos y Medio Ambiente (se elevará al rango de secretaría a la dirección de Medio Ambiente), el comandante del barco será Diego Zamora, un ingeniero y vecino de El Corte. Estará secundado por Hernán Macedo.

- ¿Qué hace falta en Yerba Buena? -se le pregunta a Marigliano.

- Uff... es mucho. En líneas generales, hay que trabajar para retomar el concepto de ciudad verde y sustentable.

La Secretaria de Gobierno será para Rossi, un empresario gastronómico de 52 años. Fue él quien, hace unas semanas, ofició de gestor entre Campero y el peronista Toledo, con el propósito de que se reúnan a conversar, tras años de rencores y enemistad. Rossi ha sido, también, socio fundador del Banco de Alimentos de Tucumán y de la Cámara de Comerciantes de Yerba Buena. Actualmente, preside la Fundación Asistir.

Otro puesto clave -la conducción de la Secretaría de Hacienda- recaerá en Soria Catania, quien tiene 62 años, estuvo en los equipos económicos de ex presidente Raúl Alfonsín, trabajó para las Naciones Unidas y ha orientado a Campero en los asuntos con números en los que se inmiscuyó desde el Concejo.

La Secretaría de Tránsito y Transporte quedará en manos de un militar, el teniente coronel Alejandro Mazzola. El cardiólogo Luis Baricco manejará la oficina de salud. Para los despachos de Deportes y Cultura se barajan varios postulantes. Con respecto al juzgado de faltas, trascendió el apellido de un abogado. No obstante, Campero anticipó que le gustaría efectuar una terna; es decir, proponer tres personas, para que designe de entre ellas la que vaya de desempeñar el cargo. También se sabe que habrá más cambios en el organigrama que deja Toledo.

En definitiva, en unos días, algunos ciudadanos tendrán un nuevo trabajo: gobernar el pedazo de mundo en el que viven. Las esperanzas de otros ciudadanos estarán puestas en ellos. Ojalá que además de las computadoras, carguen consigo esas ilusiones.