10 Junio 2015
CHILE.- Desvelado sin pudores por su cita de honor en la Copa de Oro de la Concacaf y a la vez con la excusa perfecta a mano, la selección de México jugará la segunda Copa América consecutiva con una formación de suplentes, aunque a diferencia de 2011 esta vez contará con algunos refuerzos calificados, como Rafael Márquez.
La Copa América termina el 4 de julio, tres días antes del comienzo de la Copa de Oro que tendrá lugar en Estados Unidos y en Canadá, de modo que el entrenador Miguel Herrera se vio forzado a meter bisturí a fondo.
Por empezar, jamás pasó por su cabeza llevar a Chile a su santísima trinidad, Javier Hernández, Carlos Vela y Giovani Dos Santos.
Por si fuera poco tampoco llevará al arquero Guillermo Ochoa (de destacado nivel en el Mundial de Brasil), al defensor Héctor Moreno, al volante Andrés Guardado, al mediocampista Héctor Herrera y al delantero Oribe Peralta.
A priori descartado del primer pelotón de candidatos, habría que ver si México tiene algo para decir en el segundo pelotón, un interrogante que no tendrá respuesta hasta que la pelota esté en juego.
De todos modos, salvo noticias en contrario el equipo que competirá en Chile no debería ser igual de limitado que el Sub 23 que intervino en la anterior versión de la Copa América y cosechó tres derrotas en sendas presentaciones.
De los que si estarán, Márquez es una garantía de experiencia y calidad en la defensa, pero también habrá otros cinco que estuvieron en Brasil 2014: los arqueros Jesús Corona y Alfredo Talavera, los mediocampistas Javier Aquino y Marco Fabián y el delantero Raúl Jiménez.
Tal y como se lo conoce a Herrera (en estos mismos días puesto en la picota por haber hecho públicas sus preferencias políticas en días electorales), más allá de las varias ausencias notorias es esperable que conserve un sistema de juego que en general apuesta a imponer condiciones en un medio campo poblado y dúctil, con transiciones ofensivas inclinadas al desequilibrio por los laterales.
A lo largo de su historia, México ha participado ocho veces en la Copa América, de ellas dos con sendos subcampeonatos en 1993 y 2001, pero sus mayores logros radican en haberse convertido en un asiduo competidor en los Mundiales y en haber ganado la Copa de Oro de la Concacaf en nueve oportunidades: 1965, 1971, 1977, 1993, 1996, 1998, 2003, 2009 y 2011. (Télam)
La Copa América termina el 4 de julio, tres días antes del comienzo de la Copa de Oro que tendrá lugar en Estados Unidos y en Canadá, de modo que el entrenador Miguel Herrera se vio forzado a meter bisturí a fondo.
Por empezar, jamás pasó por su cabeza llevar a Chile a su santísima trinidad, Javier Hernández, Carlos Vela y Giovani Dos Santos.
Por si fuera poco tampoco llevará al arquero Guillermo Ochoa (de destacado nivel en el Mundial de Brasil), al defensor Héctor Moreno, al volante Andrés Guardado, al mediocampista Héctor Herrera y al delantero Oribe Peralta.
A priori descartado del primer pelotón de candidatos, habría que ver si México tiene algo para decir en el segundo pelotón, un interrogante que no tendrá respuesta hasta que la pelota esté en juego.
De todos modos, salvo noticias en contrario el equipo que competirá en Chile no debería ser igual de limitado que el Sub 23 que intervino en la anterior versión de la Copa América y cosechó tres derrotas en sendas presentaciones.
De los que si estarán, Márquez es una garantía de experiencia y calidad en la defensa, pero también habrá otros cinco que estuvieron en Brasil 2014: los arqueros Jesús Corona y Alfredo Talavera, los mediocampistas Javier Aquino y Marco Fabián y el delantero Raúl Jiménez.
Tal y como se lo conoce a Herrera (en estos mismos días puesto en la picota por haber hecho públicas sus preferencias políticas en días electorales), más allá de las varias ausencias notorias es esperable que conserve un sistema de juego que en general apuesta a imponer condiciones en un medio campo poblado y dúctil, con transiciones ofensivas inclinadas al desequilibrio por los laterales.
A lo largo de su historia, México ha participado ocho veces en la Copa América, de ellas dos con sendos subcampeonatos en 1993 y 2001, pero sus mayores logros radican en haberse convertido en un asiduo competidor en los Mundiales y en haber ganado la Copa de Oro de la Concacaf en nueve oportunidades: 1965, 1971, 1977, 1993, 1996, 1998, 2003, 2009 y 2011. (Télam)
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