Nos vemos a la vuelta
No hay peor cosa que emprender el viaje de las vacaciones con una valija que pesa 1.000 kilos. Hay viajeros que, a la hora de preparar el equipaje, tienden a guardar, de modo compulsivo, una cantidad de ropa y de calzados que, seguramente, no usarán. Las experiencias enseñan que lo ideal es llevar lo justo, incluso con el riesgo de tener que usar más de una vez una misma prenda. Claro que no es lo mismo viajar a un destino con playa, que a uno con montañas, por ejemplo. Sin embargo, la clave está en pensar que la valija debe tener el menor peso posible, independientemente del destino.

El compositor, Alfredo Zitarroza, escribió en su chamarrita “Pal’ que se va” una recomendación fundamental para cualquier viajero: “no eches en la maleta lo que no vayas a usar son más largos los caminos pa’l que va carga’o de más”. Hoy comienzan mis vacaciones y, atento estas palabras del autor uruguayo, comparto el listado de la ropa que guardé en mi valija para un viaje de 15 días: seis remeras, dos bermudas, un vaquero, dos camisas (para salir de noche), una malla para ir al mar y un par de ojotas (indispensables). Una campera (por las dudas refresque), un toallón, dos o tres pares de medias y, lógicamente, ropa interior. Ahora sí: nos vemos a la vuelta.

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