Acto con sabor a despedida y a lanzamiento

Acto con sabor a despedida y a lanzamiento

Alperovich destacó la apertura de un cuarto hospital en su gestión; según Manzur, lo que viene “será mejor”.

LARGO ABRAZO. Rojkés saludó con entusiasmo a Alperovich luego de su discurso; a su lado, Manzur sonríe. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO LARGO ABRAZO. Rojkés saludó con entusiasmo a Alperovich luego de su discurso; a su lado, Manzur sonríe. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
31 Julio 2014
Los bombos. Las pancartas proselitistas. Los aplausos en el momento justo de la mención de un funcionario. A esos condimentos políticos de la inauguración del nuevo hospital de día “Néstor Kirchner” (HNK) se sumaron los discursos con miras a 2015: hubo uno de despedida y otros, con sabor a lanzamiento.

En el escenario, ubicado frente al flamante edificio -sobre la calle Mendoza al 100-, hubo lugar para el gobernador, José Alperovich, y para dos de los miembros de la gestión que se mencionan extraoficialmente como posibles integrantes de la futura formula gubernamental: el ministro de Salud de la Nación y vicegobernador en uso de licencia, Juan Manzur, y la senadora Beatriz Rojkés. También para el ministro de Salud local, Pablo Yedlin, cuyo apellido quedó estampado junto a la leyenda “Legislador 2015” en carteles y un pasacalle que se levantaron cerca de la tarima.

La mesa se completó con el presidente subrogante de la Legislatura, Regino Amado y el senador Sergio Mansilla. “Cuando queda un año para que uno se vaya, indefectiblemente, se hacen balances. Antes de asumir teníamos uno de los índices de mortalidad infantil más altos del país. Hoy llegamos al final de mandato inaugurando el cuarto hospital (del Este, el de Aguilares y la Maternidad de Concepción fueron los anteriores)”, lanzó Alperovich. Dijo estar emocionado, agradeció la “ayuda” del ex presidente Kirchner para mejorar la provincia y ponderó los recursos humanos del Siprosa. Al concluir, repartió besos y batió enérgicamente las manos saludando a los ministros y funcionarios apretujados entre el público.

Bajo el escenario, en una rueda de prensa, el mandatario acentuó aún más el tono de “adiós”: “quiero que los tucumanos sepan que voy a terminar mi mandato trabajando hasta el ultimo día, que la gente sienta que no le he fallado. Por supuesto que en estos 12 años -los que suman sus tres gestiones- cometí errores y les pido disculpas, pero nunca fueron con mala intención. Seguiré trabajando de 7 a 23 hasta el último día”.

Yedlin y Manzur ensalzaron al gobernador durante sus alocuciones y no dudaron en calificarlo como “el mejor de la historia”. El ministro de salud local aseguró que la puesta en marcha del ex ADOS no habría sido posible sin la “fortísima decisión política” de Alperovich y de la presidenta, Cristina Fernández. Estos dos nombres, pronunciados con énfasis, despertaron aplausos entre los presentes. Las pancartas en favor de Yedlin llevaban la firma del área “Comunicaciones” del Siprosa. El ministro también destacó que Manzur propició la compra de la estructura del viejo sanatorio sindical, gestionó el acuerdo financiero con el PAMI que permitió su reapertura y envió un subsidio millonario para la compra de equipamiento. Tras el acto, reconoció que le gustaría ocupar un cargo electivo, pero condicionó su postulación a la decisión del titular del PE.

Manzur fue aún más allá. “José encontró esta provincia de rodillas, caída. Miren lo que tenemos hoy, un lujo, un emblema (en relación al hospital). Ese es el Tucumán que tenemos que cuidar entre todos. No queremos volver atrás. Hay que mirar para el futuro y lo que viene será mejor. No tengan dudas. Hay que apostar a lo que venga”, apeló con la mira en el año que viene. El vicegobernador en licencia incluyó en sus palabras a Rojkés. “Tengo que mencionar algunas cosas porque parecen de otro siglo. Para saber de dónde venimos. Betty, nuestra querida senadora, lo recuerda bien. Ya nos olvidamos cuando íbamos a la Maternidad y había dos o tres mujeres en la misma cama esperando para tener sus criaturas, con Betty lo vimos. Alperovich compró 5.000 (servicios de) partos en sanatorios privados ¿Y en el Siprosa? No éramos más de 6.000 para atender a 1.800.000; no había manera. Hoy hay más de 16.000 trabajadores de la salud. Eso decisión política”, añadió.

Miembros de ATSA que portaban carteles azules y blancos con el apellido Manzur en letras grandes y Alperovich con otras un poco más pequeñas aplaudieron a rabiar. El vicegobernador afirmó que la Presidenta no pudo asistir por cuestiones de agenda y envió un saludo de su parte. Tampoco estuvo la dirigencia del PAMI nacional. En cambio, si acompañó a Manzur gran parte de su gabinete nacional.

Según datos oficiales, para reparar y equipar el viejo edificio se invirtieron unos $ 67 millones ($ 36 millones en la obra civil, $ 2 millones en el inmueble y $ 29 millones en el equipamiento completo). Se estima, en tanto, que el gasto mensual será de $ 10 millones, entre personal e insumos.

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