11 Junio 2014
EN EL AVIÓN. Onazi Ogenyi (derecha) en el avión junto a uno de sus compañeros, a punto de partir a Brasil desde EE.UU.
RÍO DE JANEIRO.- Luego de una exigente y convulsionada preparación en los Estados Unidos, el seleccionado de Nigeria, tercer rival argentino, arribó anoche a Brasil. Las “águilas” eran el último equipo del grupo F que restaba llegar al país organizador y uno de los últimos entre los 32 planteles.
Portugal y Corea del Sur son los únicos que faltan en Brasil pero poco de esto le importa a Alejandro Sabella, que ya sabe que sus tres primeros rivales están cerca y el de Nigeria es un caso particular.
Dirigidos por Stephen Keshi, los problemas en el plantel están desde hace mucho. El primero en vistas al Mundial surgió cuando hace unos meses Keshi presentó a la asociación de ese país una lista preliminar de 38 jugadores y fue rechazada por no incluir a tres de los jugadores más experimentados.
Las ausencias de Chinedu Obasi, Osaze Odemwingie y Joseph Yobo llamaron la atención a los dirigentes y en dos de los casos, revocaron la decisión del entrenador. Yobo y Odemwingie bajaron ayer del avión que trasladó al plantel desde EE.UU. hasta Brasil.
Los problemas siguieron hasta momentos antes de emprender el viaje ya que, como Camerún, hubo problemas con los premios que recibirían los jugadores en caso de cumplir determinados objetivos. Los rumores del boicot no faltaron. “No hay ningún problema. Estamos dispuestos a jugar y no vamos a dejarnos influenciar por el debate. Jugamos por Nigeria, no por el dinero”, dijo justamente Yobo, quien disputará su tercer Mundial, según reporta el Diario As de España en su versión online.
“No puedes impedir a los jugadores reclamar por sus derechos, es normal. No estamos demandando nada que no sea usual. Mi misión como capitán es asegurar que mis jugadores sean felices. Si no lo son, yo tampoco lo soy”, agregó el jugador.
Los amistosos fueron otro tema aparte para el combinado africano: no solo no pudo ganar ninguno de los tres, sino que uno de ellos (2-2 ante Escocia) estuvo bajo sospecha por un supuesto arreglo en el tema de las apuestas. Luego, empató con Grecia 0 a 0 y perdió 2 a 1 con Estados Unidos.
En el apartado “salud”, las “águilas” no pudieron esquivarle a la epidemia de lesiones a lo largo de todo el planeta fútbol. El delantero Ejike Uzoenyi tuvo que reemplazar de urgencia al lesionado defensor Elderson Echiejile, quien quedó fuera de la Copa del Mundo por una lesión en el tendón de la corva sufrida la semana pasada.
Uzoenyi, de 22 años, es una de las principales promesas de ese fútbol y espera ayudar a corregir el rumbo de este equipo que, al parecer, navega sin rumbo en la previa de este Mundial.
Para completar el combo, la Asociación de Aficionados de Nigeria, unos 800 fanáticos que viajaron a Brasil, expertos en rituales religiosos, les pidieron a sus jugadores que no realicen ritos Vudú antes de comenzar los partidos. Aunque los verdaderos maldecidos en este Mundial parecen los jugadores de su propia selección. (Especial)
Portugal y Corea del Sur son los únicos que faltan en Brasil pero poco de esto le importa a Alejandro Sabella, que ya sabe que sus tres primeros rivales están cerca y el de Nigeria es un caso particular.
Dirigidos por Stephen Keshi, los problemas en el plantel están desde hace mucho. El primero en vistas al Mundial surgió cuando hace unos meses Keshi presentó a la asociación de ese país una lista preliminar de 38 jugadores y fue rechazada por no incluir a tres de los jugadores más experimentados.
Las ausencias de Chinedu Obasi, Osaze Odemwingie y Joseph Yobo llamaron la atención a los dirigentes y en dos de los casos, revocaron la decisión del entrenador. Yobo y Odemwingie bajaron ayer del avión que trasladó al plantel desde EE.UU. hasta Brasil.
Los problemas siguieron hasta momentos antes de emprender el viaje ya que, como Camerún, hubo problemas con los premios que recibirían los jugadores en caso de cumplir determinados objetivos. Los rumores del boicot no faltaron. “No hay ningún problema. Estamos dispuestos a jugar y no vamos a dejarnos influenciar por el debate. Jugamos por Nigeria, no por el dinero”, dijo justamente Yobo, quien disputará su tercer Mundial, según reporta el Diario As de España en su versión online.
“No puedes impedir a los jugadores reclamar por sus derechos, es normal. No estamos demandando nada que no sea usual. Mi misión como capitán es asegurar que mis jugadores sean felices. Si no lo son, yo tampoco lo soy”, agregó el jugador.
Los amistosos fueron otro tema aparte para el combinado africano: no solo no pudo ganar ninguno de los tres, sino que uno de ellos (2-2 ante Escocia) estuvo bajo sospecha por un supuesto arreglo en el tema de las apuestas. Luego, empató con Grecia 0 a 0 y perdió 2 a 1 con Estados Unidos.
En el apartado “salud”, las “águilas” no pudieron esquivarle a la epidemia de lesiones a lo largo de todo el planeta fútbol. El delantero Ejike Uzoenyi tuvo que reemplazar de urgencia al lesionado defensor Elderson Echiejile, quien quedó fuera de la Copa del Mundo por una lesión en el tendón de la corva sufrida la semana pasada.
Uzoenyi, de 22 años, es una de las principales promesas de ese fútbol y espera ayudar a corregir el rumbo de este equipo que, al parecer, navega sin rumbo en la previa de este Mundial.
Para completar el combo, la Asociación de Aficionados de Nigeria, unos 800 fanáticos que viajaron a Brasil, expertos en rituales religiosos, les pidieron a sus jugadores que no realicen ritos Vudú antes de comenzar los partidos. Aunque los verdaderos maldecidos en este Mundial parecen los jugadores de su propia selección. (Especial)
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