Falta ética en nuestra sociedad

Cuando en una sociedad se transgrede el respeto a la vida se comete una falta ética, y es la sociedad toda la que debe responder ante esa falta. Como psicoanalista hablo de ética como la plantea el filósofo Emmanuel Levinás, entendida como un amor impuesto hacia el semejante; no el amor en nombre del bien ni en términos de altruismo.

Ética es aquella sociedad que sepulta sus muertos; entonces no sólo el inicio de la vida es ético; también debiera ser ético el final de la vida. De esa ética que respeta la vida y la muerte dieron cuenta las revoluciones, abuelas y madres de Plaza de Mayo, y Antígona, quien estaba un poco loca porque no podía sepultar el cadáver de su hermano. ¿Qué consecuencias dejará la desaparición de personas? Memorizando, sabemos lo difícil que fue para los sobrevivientes de shoá y de las dictaduras soportar la pérdida de sus seres queridos. Ante esas faltas de ética muchos respondieron con el suicidio, la locura, la vida desesperanzada; otros lo hicieron con la escritura, el testimonio, los juicios. Finalmente, ante nuestra sociedad un poco loca como Antígona, cabe preguntarnos qué habrá detrás de la angustia, indiferencia por el semejante y violencia cada vez más fuertes. Creo que detrás de tales fenómenos quedan faltas éticas ante la vida y la muerte. Lejos de pretender respuestas inmediatas, nos debemos preguntas acerca de qué debemos hacer ante dichas faltas.