06 Octubre 2013
TIEMPISTA. Gonzalo Cáceres volverá a jugar de central en la defensa del "santo".
El curioso dato salta a la vista solo con repasar la historia de San Martín y luego mirar el presente. Cuesta creer que un club acostumbrado a aniquilar rivales en Bolívar y Pellegrini aún no haya podido ganar en su reducto durante este torneo.
Los murmullos aparecen por todos los rincones de aquel fuerte de antaño que todos piensan recuperar cuanto antes. "Acá hay algo raro. Una mano negra o no se qué", dijo un plateísta luego del empate contra Central Norte, en el último juego del "santo" de local. Otros atribuyeron la mala suerte a que al equipo siempre le faltó cinco para el peso.
Pero Juan Amador Sánchez, que llegó con la misión de encarrilar el rumbo del equipo, avisó que no hay mal que dure 100 años. "Hay que recuperar la fortaleza en nuestra casa. Allí se debe cimentar nuestra campaña", aviso el DT.
La victoria en Gualeguaychú fue el primer paso, pero esta tarde tendrán un nuevo reto: sacarse la mochila de festejar ante su gente. "Es el momento. Nuestros hinchas se lo merecen más que nadie", avisa Gonzalo Cáceres que no busca excusas a esa rara deuda. "Tuvimos un mal arranque, no estábamos jugando bien. Pero ahora es distinto, estoy seguro que vamos a lograr los tres puntos".
Volver a hacer de La Ciudadela una fortaleza infranqueable, esa es la cuestión. Y en la cabeza de cada integrante del plantel, el objetivo resuena con fuerza. "Nuestra hinchada es un jugador más, hay que aprovechar eso y comenzar a sumar de locales", explica Gustavo Ibáñez y da un motivo más que valedero. "Tengo muchos años acá y en todos los ascensos La Ciudadela fue una fortaleza. De acá todos se tienen que ir con las manos vacías".
¿Cuál es la fórmula para dar vuelta la historia? Muchos piensan que repitiendo actuaciones como las de los últimos dos juegos, el esperado triunfo no tardará en llegar. Pero Martín Seri pide la palabra. "Tranquilidad, esa es la clave", dice sin vueltas el rosarino, comparando el rendimiento de local a cuando el equipo sale de su cancha.
"Cuando jugamos de visitante los rivales nos juegan más adelantados, y así encontramos los espacios. Acá nos esperan muy atrás; por eso debemos buscar, sin desesperarnos, la forma de lastimarlos", revela el volante.
Hoy es el día para volver a rugir fuerte. Así lo piensan todos en San Martín que quieren volver a cantar victoria y afirmar todo lo bueno que se hizo en Gualeguaychú para seguir creciendo en la búsqueda del gran sueño.
Los murmullos aparecen por todos los rincones de aquel fuerte de antaño que todos piensan recuperar cuanto antes. "Acá hay algo raro. Una mano negra o no se qué", dijo un plateísta luego del empate contra Central Norte, en el último juego del "santo" de local. Otros atribuyeron la mala suerte a que al equipo siempre le faltó cinco para el peso.
Pero Juan Amador Sánchez, que llegó con la misión de encarrilar el rumbo del equipo, avisó que no hay mal que dure 100 años. "Hay que recuperar la fortaleza en nuestra casa. Allí se debe cimentar nuestra campaña", aviso el DT.
La victoria en Gualeguaychú fue el primer paso, pero esta tarde tendrán un nuevo reto: sacarse la mochila de festejar ante su gente. "Es el momento. Nuestros hinchas se lo merecen más que nadie", avisa Gonzalo Cáceres que no busca excusas a esa rara deuda. "Tuvimos un mal arranque, no estábamos jugando bien. Pero ahora es distinto, estoy seguro que vamos a lograr los tres puntos".
Volver a hacer de La Ciudadela una fortaleza infranqueable, esa es la cuestión. Y en la cabeza de cada integrante del plantel, el objetivo resuena con fuerza. "Nuestra hinchada es un jugador más, hay que aprovechar eso y comenzar a sumar de locales", explica Gustavo Ibáñez y da un motivo más que valedero. "Tengo muchos años acá y en todos los ascensos La Ciudadela fue una fortaleza. De acá todos se tienen que ir con las manos vacías".
¿Cuál es la fórmula para dar vuelta la historia? Muchos piensan que repitiendo actuaciones como las de los últimos dos juegos, el esperado triunfo no tardará en llegar. Pero Martín Seri pide la palabra. "Tranquilidad, esa es la clave", dice sin vueltas el rosarino, comparando el rendimiento de local a cuando el equipo sale de su cancha.
"Cuando jugamos de visitante los rivales nos juegan más adelantados, y así encontramos los espacios. Acá nos esperan muy atrás; por eso debemos buscar, sin desesperarnos, la forma de lastimarlos", revela el volante.
Hoy es el día para volver a rugir fuerte. Así lo piensan todos en San Martín que quieren volver a cantar victoria y afirmar todo lo bueno que se hizo en Gualeguaychú para seguir creciendo en la búsqueda del gran sueño.
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