Lenci: "le pegué mordido y eso me ayudó"

Lenci: "le pegué mordido y eso me ayudó"

Revivió in situ su gol ante Aldosivi y contó porque estuvo cerca de fallar una situación inmejorable.

01 Octubre 2013
Lo más difícil estaba hecho: Diego Barrado había robado impunemente una pelota en la desesperada salida de los defensores de Aldosivi y dejó la pelota entre el arco y los pies de Fabricio Lenci. Nada se interponía entre esos tres protagonistas, salvo por los miles de pensamientos negativos que traía en su cabeza el delantero, seco de goles oficiales hasta ese momento en la temporada.

"Cuando pasa mucho tiempo sin que la pelota entre, te olvidás de hacer goles, de como pegarle a la pelota y de festejar", confiesa el jugador. Justo ayer se cumplían dos meses del primer y único tanto que había marcado en Atlético: en un amistoso frente a San Martín. Es decir, los fundamentos estaban en medio de una nebulosa creada por fantasmas presentes y pasados. "Todos saben que por acá ya pasaron varios delanteros y no pudieron convertir", señala.

Como antes de morir, todo eso pensó Lenci en los dos segundos que pasaron entre el pase de Barrado y se definición. "Me la dejó servida para que la empuje", aclara Lenci que igualmente tuvo dificultades a la hora de definir. "Le pegué mordido y eso me ayudó, creo que si la agarraba bien la tiraba arriba o me la sacaban", confiesa. El jugador que ayer vino desde el banco claramente sintió la presión de saber que no podía fallar. Era ahora o nunca.

"Mi obligación era hacer un gol y por suerte lo hice. Además creo que necesitaba hacer un gol de esa manera, fácil, para ir agarrando confianza", asegura. Nadie discute su potencia atlética y su poder de lucha, esas que siempre le regalan rápidos aplausos de la tribuna. Sin embargo, él mismo admite que con eso no basta. "Me había empezado a desesperar. Me enorgullece cuando me aplauden pero hacía dos meses que no la metía", señaló.

Junto a LG Deportiva, ayer por la tarde, Lenci volvió al lugar de los hechos junto a su familia. El Monumental estaba vacío luego de los clásicos entre Quinta y Sexta que se habían jugado por la siesta. El fotógrafo puso la pelota donde había impactado en el final del partido del domingo y el delantero retrucó: "¿Fue de tan cerca?", preguntó. Ubicada más atrás, el jugador volvió a hacer el gol con la tranquilidad que otorgaba un Monumental completamente vacío.

Así de vacío estaba cuando entrenó junto a los jugadores que ni siquiera viajaron a Corrientes para jugar frente a Boca Unidos, la fecha pasada. Ricardo Rodríguez había decidido no convocarlo. "Tuve una mala semana, el técnico me vio mal en lo futbolístico y lamentalemente para mi, le tocó ir al "Beto" (Alberto Argañaraz). Lo respeto mucho. Es un chico que se está matando por estar entre los 18", aclara. "Lo tomé con tranquilidad porque sé que cada uno tiene sus momentos. Mirá lo que pasó con (César) Montiglio... No venía jugando e hizo el gol 1.000".

El sol cae sobre 25 de mayo y Chile y es hora de volver a casa. Como era de esperarse, Lenci no falló en su recreación del gol tal como lo hizo en el partido. Ahora, irá por uno más difícil.

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