
Milei sí, Milei no: cómo evalúan los tucumanos los dos primeros años del presidente

A dos años del inicio del gobierno de Javier Milei, LA GACETA salió a la calle para tomar el pulso ciudadano y conocer cómo evalúan los tucumanos este período marcado por fuertes cambios económicos, reformas estructurales y un profundo reacomodamiento político. En la primera cuadra de calle San Martín, la opinión estuvo lejos de ser uniforme: hubo apoyo explícito, desaprobación total, dudas, críticas puntuales y también indiferencia.
Un sector de los consultados valoró lo que consideran “ordenamiento” económico y la necesidad de un cambio político profundo. “Lo apruebo; todo lo que está haciendo me parece bien, principalmente sacar a los chorros”, sostuvo una vecina. Otro ciudadano afirmó que Milei “va bien” y que todavía “hay que darle tiempo”. Según dijo, uno de los problemas es que “acá te pagan mal y por eso mucha gente no quiere trabajar”.
Otros destacaron señales de estabilidad. “Se nota una macroeconomía más ordenada. En el bolsillo todavía no se ve, pero es el camino”, sostuvo Carlos. Para algunos, la comparación con administraciones anteriores influye en su apoyo. “Siempre tuvimos lo mismo. Milei es distinto; hay que darle chance”, opinó Juan, quien aseguró que el Presidente “está haciendo justicia” y que “al fin se toca a los que robaron”.
JAVIER MILEI. ARCHIVO FOTO/© picture alliance / Juan Carlos Rojas
Del otro lado, las críticas fueron igual de contundentes. “Desapruebo totalmente; está todo mal”, opinó un trabajador temporario de la caña, que aseguró estar parado por falta de actividad. La queja se repitió en la boca de varios. “No hay trabajo”, “todo aumenta”, “no se puede llegar a fin de mes”.
Marcelo, empleado estatal, fue tajante: “Todas las políticas van en detrimento del trabajador. En Colombres, el ingenio dejó gente afuera, Scania dejó gente afuera, y eso repercute en todo el pueblo”. Otro vecino resumió su postura de esta manera: “Dice que no hay inflación, pero todos los días suben las cosas. No se puede dar los gustos de antes”.
También hubo críticas a la relación Nación-Provincia. “No me gusta que los gobernadores tengan que arrodillarse para conseguir cosas”, cuestionó Guillermo, quien desaprobó por completo la gestión nacional.
Matices, dudas y desinterés
Entre los grises, surgieron posturas intermedias y otros ciudadanos directamente prefirieron no opinar. “Hay cosas que están bien y cosas que no”, sintetizó Norma. Valoró, además, el movimiento de las inversiones, pero rechazó los posibles recortes sociales. Otro vecino, más escéptico, sostuvo: “No voto, me da lo mismo”.
Y también aparecieron quienes sienten que aún no hay un resultado claro. “No se vieron los cambios todavía. Ojalá que estemos mejor el año que viene, sea quien sea”, dijo Leandro.







