REFERENTE. Guillermo Acosta es el jugador que más veces vistió la camiseta de Atlético Tucumán. Tras el entrenamiento del martes, parece confirmarse que el jugador de 37 años se quedará en 376 partidos jugados con el "Decano".
El comienzo de la pretemporada en Atlético Tucumán arrojó novedades importantes. La jornada contó con el regreso de Leonel Di Plácido como único refuerzo, la promoción de un puñado de juveniles y una noticia que sacudió Ojo de Agua: Guillermo Acosta confirmó que no será tenido en cuenta para 2026.
Si bien los jugadores fueron citados a las 17, no fue hasta pasadas las 20 cuando ocurrió el hecho más relevante del día. “Bebe” se retiraba del complejo, ya a oscuras, en su vehículo. Pasó lentamente junto a la prensa, lejos de las risas y la distensión que había mostrado minutos antes. Algo había cambiado.
Cuando parecía que se marcharía sin hablar, la insistencia periodística lo obligó a frenar. La frase, corta pero contundente, confirmó todas las sospechas: “No voy a seguir”.
El jugador de 37 años reconoció que fue el entrenador, Hugo Colace, quien le comunicó la decisión. “No me lo esperaba porque tengo contrato por un año más. Pero también sabía que esto viene por otro lado. Hugo en esto no tiene nada que ver, así que estoy agradecido con todo el cuerpo técnico”, expresó.
Acosta se mostró visiblemente golpeado, aunque intentó mantener la calma al analizar el panorama. “Jugué los últimos tres partidos cuando lo necesitaban y me voy tranquilo porque sé que hice las cosas bien durante todos estos años. Ahora tengo que arreglar la rescisión del contrato para irme bien, porque no me quiero ir mal ni con el presidente ni con nadie del club”.
Consultado sobre si la decisión responde a cuestiones deportivas, respondió: “No sé… hay que preguntarle a ellos. A mí, Hugo fue el que dio la cara, nada más. Pero me voy tranquilo porque sé que no es por esa parte. Le dije: ‘Tranquilo, Hugo. Gracias por decírmelo en el primer día de la pretemporada; así puedo buscar dónde jugar este último año que me queda’”.
Con el correr de las preguntas, fue aún más directo: “Todos sabemos cuál es el problema. El tema es que mandan a un entrenador a decirme que no me van a tener en cuenta. Pero no quiero irme mal con nadie. Quiero arreglar de la mejor manera y poder irme bien, porque el día de mañana puedo volver a ver un partido y disfrutar de otra manera. Eso sería lo ideal para mí”.
El día en que algo se rompió
Lo que pasó en la derrota 2-1 frente a San Lorenzo, en El Monumental, parece haber calado hondo puertas adentro del club. Ese día, tras finalizar el partido, el “Bebe” había dejado en evidencia que su relación con la comisión directiva estaba rota. Y, en Ojo de Agua, días después, volvió a disparar: “Yo siempre les dije que esas cosas deben quedar en el club, pero no lo entendieron. Por eso ahora pido que el señor Golobisky (Ignacio) tenga palabra y salga a pedir disculpas. Porque la gente tiene que saber quién rompió el acuerdo. Lo hizo para cuidarse él, porque se vienen las elecciones. Están más preocupados por eso que por lo que pasa en el club”, denunció el capitán, en alusión al conflicto por premios y a la salida de Lucas Pusineri.
Luego, pese a tener contrato vigente hasta diciembre de 2026, puso en duda su continuidad. “No entiendo cómo un dirigente sale a hablar de plata cuando nosotros estábamos dentro de los ocho. El hincha tiene que saber que esto no es por plata: peleamos por el bienestar del club. Si me toca irme en diciembre, lo haré con la cabeza en alto”, había declarado el jugador semanas atrás.
Acosta jugó 376 partidos (ningún futbolista vistió más veces la camiseta del “Decano”), convirtió 30 goles, dio 20 asistencias y fue protagonista de una de las épocas doradas del club. Por eso, al recibir la noticia ayer, luego del entrenamiento, no pudo evitar pensar en la gente. “Gracias por todos los años, por el apoyo. Me quedo con los mejores momentos de la historia del club. Es difícil salir así, pero estoy tranquilo. Ahora llego a casa con una noticia para mi señora y mi hijo… pero, si me tengo que trasladar a otra provincia o donde me toque jugar, lo voy a tener que hacer”.
Finalmente, descartó cualquier idea de retiro. “Me queda rato. Me siento bien, eso es lo importante. Sé que estoy a la altura porque lo demostré en los últimos tres partidos. Y al hincha le quiero agradecer por el cariño y por lo que me hicieron sentir en el último partido con Godoy Cruz acá. Me quedo con ese recuerdo”.
Aunque su despedida parezca inminente, ahora el futbolista deberá negociar su salida, ya que tiene contrato hasta diciembre de 2026. El club deberá acordar una rescisión o, en caso contrario, el equipo que lo pretenda tendrá que pagar por su ficha.
Lo cierto es que la noticia cayó fuerte en el ambiente “decano”. Atlético pretende desprenderse de uno de sus máximos ídolos, y la historia podría no cerrarse pronto: el año restante de contrato anticipa un ida y vuelta con la dirigencia que podría extender la novela más de lo esperado.







