Nada por aquí, nada por allá

Nada por aquí, nada por allá

San Martín y "CC" brindaron un pobre espectáculo que refleja el flojo presente de ambos.

NO ALCANZA. Becica pone la magia pero el fútbol asociado no aparece y al santo le cuesta horrores llegar al arco rival. NO ALCANZA. Becica pone la magia pero el fútbol asociado no aparece y al "santo" le cuesta horrores llegar al arco rival.

Basta con mirar el duelo de ayer para darse cuenta que la ubicación de Central Córdoba y San Martín en la tabla de posiciones no es casual. El amargo 0 a 0 habla por sí solo. El "santo" y "CC" se respetaron demasiado. Y, para colmo de males, los creadores de juego sucumbieron ante las defensas; por eso el resultado no se movió.

Casi no hubo juego asociado y una clara muestra es que tucumanos y santiagueños sólo apostaron a la pelota detenida para inquietar al arquero rival. Muy poco para dos equipos que se armaron para ser protagonistas y hoy deambulan sin rumbo por el torneo.

Los primeros 10' hicieron ilusionar a los pocos hinchas de San Martín que lograron eludir los controles y estuvieron presentes en el estadio del barrio Oeste. Es que en el arranque, la asociación de Gustavo Ibáñez con Albano Becica prometió algo nuevo. Pero sólo se trató de un espejismo. "CC" ajustó la marca y el mundo se le vino abajo a la visita.

Pero si lo que mostró San Martín fue escaso, peor fue lo del local. Víctor Beraldi, sin muchas luces, no cumplió su tarea y su equipo se quedó solo en intentos.

Un oasis
El arranque del complemento fue un oasis en medio del desierto. San Martín parecía que iba a cambiar su imagen. Primero un remate cruzado de "Ratón" que se fue cerca del palo izquierdo de Caffaratti, y más tarde un cabezazo de "Monito" Fernández, que pegó en el travesaño, tras una gran jugada de Becica; sacudieron la modorra. Pero no hubo caso.

Rápidamente todo volvió a la normalidad. Cero juego, cero fútbol y cero goles. San Martín y Central Córdoba aburrieron a todos y dieron cátedra de lo que no hay que hacer para jugar bien al fútbol.

Cuando Federico Guaymás Tornero dijo basta, no fueron pocos los suspiraron. Fue una tarde perdida, donde ver fútbol del bueno, fue una misión imposible.

LO BUENO
Hasta hace una semana era uno de los puntos flacos del equipo. Pero la dupla Medina-Cáceres se complementó a la perfección y el equipo ganó en solidez.

LO MALO
El cordobés es un gran jugador, pero solo no puede. El equipo no genera fútbol en conjuntoy sufre un calvario cuando el rival asfixia al "mago". Es el punto a mejorar de cara al futuro.

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