Al infinito... ¡y más allá!

Al infinito... ¡y más allá!

El capitán Kirk recupera el mando de la nave Enterprise para llegar hasta un planeta ubicado en los dominios de los klingons, donde se refugia un terrorista infiltrado que amenaza a toda la Flota Imperial. Tiene la orden de ultimarlo, pero los hechos sufrirán un giro inesperado.

17 Agosto 2013
La nave Enterprise y su heterogénea tripulación han prestado durante décadas el marco ideal para desarrollar las más afiebradas aventuras, en las que parece no haber límite para la fantasía. Los capítulos de la serie televisiva (que acá se veían en las pantallas en blanco y negro del viejo Canal 10) hicieron las delicias de generaciones de espectadores y contribuyeron a crear una legión de fanáticos familiarizados con la mezcla de aventura, humor, ironía, acción y fantasía que son la marca de fábrica de un verdadero clásico del entretenimiento. Le cabe a J.J. Abrams el mérito de haber relanzado la franquicia después de años de olvido. Con este título, el director confirma que el rumbo elegido es el correcto porque entrega una película divertida, ágil, entretenida y magníficamente narrada; por supuesto que los seguidores de la serie tendrán motivos para disfrutar casi de cada fotograma; pero hay que advertir que aún aquellos que no conozcan a los personajes estarán en condiciones de pasar más de dos horas a puro entretenimiento y diversión.

Párrafo aparte para el aprovechamiento expresivo de las posibilidades técnicas del sistema 3D (al cual Abrams se había negado en el rodaje y que se agregó en la post producción). Es una de las películas de aventuras y de acción en la que las tres dimensiones agregan elementos de interés a cada una de las tomas, y no sólo en las escenas de acción.

Uno de los principales aciertos de Abrams está en la elección del elenco. Chris Pine y Zachary Quinto (Kirk y Spock) parecen haber nacido para reencarnar a los personajes centrales y consiguen el milagro de que el espectador no extrañe sino que evoque a los inolvidables William Shatner y Leonard Nimoy (este último, con una emocionante participación). También Simon Pegg (Scotty, el mago de la sala de máquinas), Karl Urban (Bones, el médico) y Zoe Saldana (la inquietante teniente Uhura) cubren con alta calificación sus personajes.

La película dura un poco más de dos horas, durante las cuales se alternan escenas de acción (magníficamente realizadas) con diálogos tensos, dramáticos o francamente humorísticos. El final deja abierta la promesa de una nueva entrega, y es mérito de este nuevo capítulo el hecho de que el espectador palpite desde ya el próximo encuentro. Es que el público se entrega incondicionalmente al imperativo del entrañable Buzz Lightyear en "Toy Story": "al infinito... ¡y más allá!".

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