Antes de jugar, Atlético fue valle de paz

Antes de jugar, Atlético fue valle de paz

Los "decanos" se tomaron el duelo con tranquilidad.

UNA IMAGEN QUE QUEDARÁ EN LA HISTORIA. Los simpatizantes decanos coparon el estadio Bicentenario. Los fanáticos, a pesar de que fueron muy maltratados por la policía, no generaron problemas. UNA IMAGEN QUE QUEDARÁ EN LA HISTORIA. Los simpatizantes "decanos" coparon el estadio Bicentenario. Los fanáticos, a pesar de que fueron muy maltratados por la policía, no generaron problemas.
CATAMARCA.- En San Fernando del Valle, cada cual atiende su juego. Hay momentos en que la ansiedad intimida con la desesperación y los nervios comienzan a jugar su papel preponderante en la cabeza del protagonista. En Atlético juran que la previa al partido con Estudiantes fue en paz. Cada uno hizo lo suyo, aunque básicamente todos, cuerpo técnico plantel y dirigentes, hicieron lo mismo: tomarse la antesala al choque con el "pincha" en paz y con tranquilidad.

"Hace 22 años que estoy en esto, imaginate si me voy a poner nervioso por esperar unas horas. A esta altura de mi vida dejo que la cosa fluya", le comenta a LG Deportiva Ricardo Rodríguez, café mediante.

El reloj roza las 18 de este jueves copero. Sobre la humanidad de "RR" no vuela una mosca. El "Negro" sonríe y tira chicanas de las lindas en compañía del doctor Juan Manuel Rodríguez Rey, que atina a confirmar la próxima máxima del técnico "Los Rodríguez somos todos buenos", acusa factura el entrenador, y cuenta qué hizo después del almuerzo. "Me fui hasta la Catedral. Mi vieja cumplió hace muchos años una promesa allí y cada vez que vengo paso a visitar a la Virgen del Valle; somos devotos", revela mientras muestra una cadenita de oro con la imagen de la Virgen.

Lejos de la escena, en el lobby del hotel donde concentra el "decano", Heraldo Rodríguez confía. "Me vine acá a esperar que llegue el colectivo porque me cansé de esperar en el cuarto. Fue un día tranquilo, pero ya quiero estar en la cancha", aclara.

El Bicentenario fue lo primero que vio Atlético en Catamarca. Entradas las 10 fue su turno de reconocer el campo. "La lluvia que cayó por la mañana dejó lindo el césped. Sí, está buena", la califica Heraldo, con sus dos bolsos listos.

Lejos de los planos de los hinchas que buscan la foto con su futbolista predilecto, los jugadores se mantuvieron en la suya. El día fue repartido entre mates, los partidos de la semifinal revancha de la Europea League, entre Chelsea-Basilea y Benfica-Fenerbache, y una siesta reparadora.

Es tiempo de partir, de encender motores. Los directivos entregan una última arenga al grupo y piden la victoria, que dejen todo en cada pelota. El sentimiento es muto.

El antes y el después
Todos quieren lo mismo, aunque de reojo, se piensa en lo que viene, que también importa y mucho: Chicago, el domingo a las 16.30, en el Monumental. Es verdad que cada cual atiende su juego, sin embargo, nadie descuida la próxima mano por la B Nacional.

"Después del partido hablamos de eso, pero sí, claro que en algo de eso pienso, aunque sabés que la prioridad se llama Estudiantes", pide paciencia "RR" y desaparece, entre palmadas y saludos, con un rubio a medio terminar, justo cuando por la vereda del búnker de Atlético pasan unos hinchas de Estudiantes.

"¿Usted es Ricardo Rodríguez, no?", pregunta un platense. "Bueno, hoy (por ayer) no le puedo desear suerte, pero después sí, ja. No se enoje conmigo, maestro", dice el fanático de la contra "decana" y se va. Luego lo haría Atlético hacia el estadio.

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