Los retoques en Ganancias no frenan los reclamos sindicales

Los retoques en Ganancias no frenan los reclamos sindicales

Gremios ratifican el rechazo a la medida impositiva y amenazan con unificar la protesta. La Unión Industrial Argentina insiste en que la suba del tope de deducciones es una promoción del consumo.

REIVINDICACIÓN. Las centrales obreras opositoras al Gobierno amenazan con volver a protestar en la calle. DYN REIVINDICACIÓN. Las centrales obreras opositoras al Gobierno amenazan con volver a protestar en la calle. DYN
31 Enero 2013
BUENOS AIRES.- Los sindicatos reiteraron ayer el rechazo al anuncio de la presidenta Cristina Fernández sobre el aumento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, e insistieron en la necesidad de "unificar la lucha" contra el gravamen a los salarios. En diferente dirección, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio de Mendiguren, consideró que la medida implicará una promoción importante del consumo, al evaluar que se incorporarán $ 40.000 millones al mercado interno.

El secretario general de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), Gerónimo Venegas, informó que en los próximos días se concretaría una reunión para analizar la actual política salarial e impositiva del país, tras la confirmación de la modificación del tope de deducciones gananciales. "Seguramente, a través de la disconformidad se van a unificar planes de lucha con la CTA, la CGT Azul y Blanca y por qué no decirlo, con la CGT oficial, ya que tampoco ha conformado a los dirigentes", dijo Venegas.

El gremialista consideró que el incremento de un 20% del mínimo no imponible es "insuficiente" porque, a su entender, debería haber sido superior a un 50%. "Hace dos años y pico que no se tocaba, y teniendo en cuenta inflación de un 27% a 28%, lo menos que esperaban los trabajadores era un 50%", dijo Venegas.

El secretario de Derechos Humanos de la CGT, Julio Piumato, coincidió en calificar de "inaceptable" la suba del piso del impuesto. "Evidentemente, si no tenemos respuestas, (vamos a) encarar la lucha", respondió el dirigente en relación a la reacción gremial ante la decisión de la Casa Rosada.

De Mendiguren volvió a defender el anuncio presidencial al indicar que significará una recuperación del poder adquisitivo del salario: "todas estas medidas que se han tomado en los últimos dos días tienen una promoción al consumo importante. Son $ 40.000 millones (que se volcarán al mercado interno)".

Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) demostró que con la suba de un 20% de mínimos y deducciones, el Gobierno nacional y los gobiernos provinciales no resignarían recaudación efectiva. "Lo que sí podría resignarse es la recaudación extra que se hubiera obtenido este año en caso de no tocar ningún parámetro del impuesto", señaló el estudio que negó la explicación del "sacrificio fiscal" de $ 8.000 millones que estaría haciendo el Poder Ejecutivo. Al mismo tiempo, la consultora Economía y Regiones (E&R), mediante otro trabajo, reflejó que la actualización del mínimo no imponible tuvo un retraso en la última década de más de 200 puntos porcentuales, frente a la evolución en ese lapso de los salarios del sector privado registrado.

Por último, el diputado nacional Facundo Moyano consideró que "no sería una locura" llevar a $ 5.000 el salario mínimo, que en febrero llegará a $ 2.875. "A muchos funcionarios del Gobierno les haría falta ir al supermercado para saber cuánto debería ganar un trabajador", dijo. El líder del gremio de los peajes (Sutpa) apuntó contra el incremento del tope de Ganancias al asegurar, al igual que su padre, Hugo Moyano, que debería haber aumentado el 50%. (DyN)

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