Noticias que duelen
Surge el dato. En minutos está en las redes sociales. Lo chequeamos y es verdad. Hablamos con las fuentes, lo confirmamos, pedimos detalles. Cuántos más sean, mejor. Los lectores lo agradecerán. Cuándo, dónde, a qué hora y cómo. Más y más preguntas. Hasta que llega su nombre, su edad. Una niña murió degollada por su papá. ¿Por qué? ¿Cómo fue posible? Tenía seis años.

Aún no hay fotos, preferimos que no haya. Nos abruman las imágenes de nuestros hijos. Sus tardes en la pileta, pasear de la mano, cantar juntos, sus peleas. Para la pequeña que se fue hoy ya no habrá nada de eso. Ese dato, el de la mamá que tendrá en su mano un vacío doloroso, nos puede. Nos conmueve.

Seguro llegará otra noticia que deberemos chequear y trabajaremos como si nada hubiera pasado o lo intentaremos, al menos. Pero la imaginaria imagen de los ojos de esa niña, cambió nuestro día. Hay noticias que duelen, que cuesta escribir. Hay ausencias que tocan el alma.

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