22 Septiembre 2012
TODO LISTO. Civitas tocará temas de su próximo disco, "Tío dorado". GENTILEZA MARIANO RICCIO
¿Bailarán el vals y entrarán al salón con música romántica de fondo? Tal vez eso esté por verse, pero es seguro que el festejo de Civitas Dei será como una auténtica fiesta de 15 años, con guirnaldas colgando de las paredes de La Sodería, y sorpresas para los invitados. "La estética será graciosa y la fiesta, bien copada", prometió Mariano Riccio, cantante del grupo que cumple tres lustros. La cita será hoy, a las 23.30 y las anticipadas se venden en el bar Pangea, a $ 25.
El aniversario fue la oportunidad de los Civitas Dei para mirar en retrospectiva hasta el 97, año de su génesis. "Desde entonces hemos buscado experimentar en la música, mediante la fusión de diferentes estilos: rock, latino, folclore y electrónica,. La propuesta es jugar con el amor, la observación del cosmos, dejar de lado la fe y confiar más en la intuición".
Riccio nombró algunos de los momentos fundamentales que atravesó la banda en este tiempo: "fue muy importante nuestra primera gira por Bolivia, en 2003. Nos dimos cuenta de nuestra cercanía con la cultura andina: los tucumanos estamos más cerca de La Paz que de Buenos Aires. Musicalmente también nos enriqueció mucho; ellos valoran el arte mucho más que nosotros. Además, tuvimos la oportunidad de conocer y tocar con bandas como Atajo, una de las que más público mueve en Bolivia. Ellos tuvieron muy buena onda; nos prestaron todo para tocar, porque viajar con los equipos es muy incómodo".
Otro acontecimiento crucial, según Riccio, fue haber sido teloneros de Divididos en 2006, en Amaicha. "Y un momento fuerte, aunque triste, fue la muerte en 2011 de Walter "Almita" Villafañe, que tocó mucho tiempo con nosotros. En esta fiesta estará presente, siempre le hacemos un homenaje", anticipó. El grupo tocará las canciones de su disco de 2005, "Ciudacita de Dios", y adelantará algunos de los temas de "Tío dorado", que lanzarán a principios de 2013.
Riccio opinó, por último, que la escena musical tucumana ha cambiado mucho en los últimos 15 años. "Antes había mucha más movida y más lugares en los que tocar, como La Zona y Costumbres Argentinas. La tragedia en Cromagnon y la ley de las 4 am han destruido esas posibilidades: para los bares ya no es rentable dar espacio a bandas. En La Sodería, por ejemplo, hay que pedir fecha con varios meses de anticipación. También podés tocar en un teatro, pero eso ya es otra onda", consideró. Para el show de esta noche, sin embargo, no hay excusas. Sólo faltan los invitados.
El aniversario fue la oportunidad de los Civitas Dei para mirar en retrospectiva hasta el 97, año de su génesis. "Desde entonces hemos buscado experimentar en la música, mediante la fusión de diferentes estilos: rock, latino, folclore y electrónica,. La propuesta es jugar con el amor, la observación del cosmos, dejar de lado la fe y confiar más en la intuición".
Riccio nombró algunos de los momentos fundamentales que atravesó la banda en este tiempo: "fue muy importante nuestra primera gira por Bolivia, en 2003. Nos dimos cuenta de nuestra cercanía con la cultura andina: los tucumanos estamos más cerca de La Paz que de Buenos Aires. Musicalmente también nos enriqueció mucho; ellos valoran el arte mucho más que nosotros. Además, tuvimos la oportunidad de conocer y tocar con bandas como Atajo, una de las que más público mueve en Bolivia. Ellos tuvieron muy buena onda; nos prestaron todo para tocar, porque viajar con los equipos es muy incómodo".
Otro acontecimiento crucial, según Riccio, fue haber sido teloneros de Divididos en 2006, en Amaicha. "Y un momento fuerte, aunque triste, fue la muerte en 2011 de Walter "Almita" Villafañe, que tocó mucho tiempo con nosotros. En esta fiesta estará presente, siempre le hacemos un homenaje", anticipó. El grupo tocará las canciones de su disco de 2005, "Ciudacita de Dios", y adelantará algunos de los temas de "Tío dorado", que lanzarán a principios de 2013.
Riccio opinó, por último, que la escena musical tucumana ha cambiado mucho en los últimos 15 años. "Antes había mucha más movida y más lugares en los que tocar, como La Zona y Costumbres Argentinas. La tragedia en Cromagnon y la ley de las 4 am han destruido esas posibilidades: para los bares ya no es rentable dar espacio a bandas. En La Sodería, por ejemplo, hay que pedir fecha con varios meses de anticipación. También podés tocar en un teatro, pero eso ya es otra onda", consideró. Para el show de esta noche, sin embargo, no hay excusas. Sólo faltan los invitados.
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