La agenda se centra en Lugo

La agenda se centra en Lugo

Las cumbres del Mercosur y del Unasur estarán abocadas al conflicto en el país vecino, que no tendrá ningún representante en las reuniones. En Mendoza se definirán posibles sanciones económicas a Asunción. La OEA decidió enviar una misión especial a la región

28 Junio 2012
ASUNCIÓN/MENDOZA.- El terremoto que sacudió Mendoza la semana pasada podría haberse tomado como un anuncio de lo que estaba por venir a nivel político. Hoy y mañana, la ciudad cuyana recibirá sucesivamente a la cumbre semestral del Mercosur y a la reunión extraordinaria de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), convocada después de la controvertida destitución del presidente paraguayo, Fernando Lugo.

El encuentro del Mercosur servirá para que el bloque, que sesionará sin Paraguay por primera vez (no fue invitado), decida qué medidas adoptar para preservar el orden democrático en ese país. Los Estados miembro (Argentina, Brasil y Uruguay) y los asociados (Venezuela, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú) ya calificaron al velocísimo reemplazo del ex obispo por su vicepresidente, Federico Franco, como "una ruptura del orden democrático, por no haberse respetado el debido proceso" en el juicio político parlamentario al ex mandatario. Estas naciones acordaron que en la cumbre se definan "ulteriores medidas a ser adoptadas", tal como está previsto en la Cláusula Democrática del Protocolo de Ushuaia. La expectativa se centra en la posible suspensión total de Paraguay del bloque de integración comercial, con consecuencias en el plano económico, paso que no estarían dispuestos a dar Chile, Brasil ni Uruguay.

Franco anticipó que quiere tener "un trato especial" con la Argentina pero, mediante una sutil presión, recordó: "gran parte de la iluminación de Buenos Aires se la entregamos desde Yacyretá".

"Yo no puedo participar de esas cumbres en estas condiciones. No es mi prioridad ni me seduce. Lo que menos haría ahora es dejar mi país", agregó. Ayer concurrió al Senado a brindar un informe sobre su plan de Gobierno, y hoy esa Cámara Alta podría designar a su nuevo vicepresidente, cargo que recaería en el senador liberal Oscar Denis.

Lugo, por su parte, responsabilizó a su sucesor de cualquier consecuencia económica que sufra Paraguay ante eventuales sanciones internacionales, e insistió en que fue víctima de un golpe de Estado.

Franco presentó su plan de gobierno al Congreso, al que le pidió apoyo para la aprobación de medidas de estímulo económico durante los próximos 14 meses en los que se propone dirigir el país. El nuevo mandatario reclamó que se aprueben créditos de organismos internacionales por unos U$S 480 millones considerados vitales para financiar el presupuesto 2012 y estimular la economía, que este año se contraería un 1,5 %.

La salida institucional de Paraguay del Mercosur podría abrir la puerta al ingreso pleno de Venezuela, el que está frenado porque el Congreso paraguayo aún no acepta su inclusión. Todavía no se sabe si el mandatario venezolano, Hugo Chávez, estará en la Argentina o si será representado por su canciller, Nicolás Maduro.

Por su parte, el secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, anunció que el organismo estará en Asunción y en otros países de la región en los próximos días, para "recabar opiniones" sobre el estado de la situación por la que atraviesa Paraguay. Así fue decidido en una reunión extraordinaria del Consejo Permanente del cuerpo, a propuesta de Honduras y ante la imposibilidad de llegar a un consensos sobre una posición inmediata a tomar.

La medida fue elogiada por el embajador paraguayo, Bernardino Hugo Saguier, quien reclamó "el respeto sublime a la autodeterminación del pueblo" y a "los principios de no intervención directa o indirecta, sea cual fuere el motivo, en los asuntos internos de otro Estados". Nicaragua, Bolivia, Ecuador y Venezuela no estuvieron de acuerdo con la misión, y reclamaron una urgente "condena enérgica al golpe parlamentario" que destituyó a Lugo y su restitución al cargo. Para la postura final de la OEA será central el pronunciamiento de la Unasur.

La presidenta anfitriona, Cristina Fernández de Kirchner, agasajará hoy a sus pares de Brasil, Dilma Rousseff; de Uruguay, José Mujica; de Bolivia, Evo Morales; de Ecuador, Rafael Correa, y de Chile, Sebastián Piñera, con una cena en la Bodega Escorihuela. Para mañana, esperan la llegada del peruano Ollanta Humala, cuyo país conduce el Unasur. La lista de invitados podría ampliarse (se espera a Luiz Inacio Lula da Silva). El propio Lugo, que pensó viajar a Mendoza, desistió de hacerlo finalmente para "no influenciar" una decisión.

Por esta crisis, quedaron atrás en la agenda regional los temas comerciales, como las diferencias por las trabas a las importaciones impuestas por Buenos Aires y las medidas adoptadas en represalia por Brasilia, o la polémica propuesta de Argentina y Brasil de aumentar el Arancel Externo Común (AEC) en unos 400 productos al 35%, el máximo admitido por la Organización Mundial de Comercio. (AFP-DPA-Reuters-Télam)

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