Reclamos y jurisprudencia sobre la muerte digna

En la Argentina, el caso más emblemático que genera discusión en torno de la posibilidad de la "muerte digna" es el de Camila Herbón, cuyos padres piden que se le retire el respirador artificial. En el resto del mundo, otros casos que han hecho historia son los de Karen Ann Quinlan y Terri Schiavo, ambos en EEUU. En nuestro país, al margen del debate por la ley nacional sobre el tema, ya hay provincias que, como Río Negro y Neuquén, ya han sancionado sendas leyes sobre la cuestión.

De todos modos, ante la ausencia de una ley nacional, en la Argentina existen varios casos a nivel jurisprudencial, señala el abogado Marcos Arias Amicone.

"En general, pueden distinguirse dos grandes grupos: uno, en donde es el propio paciente quien se constituye en demandante (habitualmente son enfermos terminales que transitan el período final de la enfermedad) y busca asegurarse el respeto por las directivas anticipadas que establezca (normalmente vinculadas a una negativa a que se utilicen medios terapéuticos invasivos cuya futilidad sea comprobada y que no reporten beneficio médico alguno con relación a su enfermedad) como emanación del principio de autonomía personal. Otro, en donde a partir de una situación de estancamiento de un determinado curso de acción terapéutica ya establecido y ante la imposibilidad (fáctica) del paciente de manifestar su voluntad, son los parientes quienes piden la cesación o retiro de este tipo de soportes vitales", afirma.

El abogado especializado en bioética recuerda que en el primer caso, habitualmente "han sido exitosos y han concluido en una declaración judicial reconociendo este derecho. En el segundo -reconoce- no siempre ha sido así, ya que en la jurisprudencia tradicional se intenta reconstruir la voluntad del paciente con relación a las preferencias que haya manifestado en el pasado respecto de este tipo de tratamientos y no siempre hay indicios suficientes sobre el tema". Señala que el caso emblemático de este tipo de problemas es el de la Corte de Buenos Aires que, ante la imposibilidad de reconstruir la voluntad de la paciente, terminó estancando la discusión y, por ende, negó el retiro del soporte vital.

Dos emblemas
Karen Ann Quinlan fue la mujer que provocó en Estados Unidos un debate de alcance nacional sobre el derecho a la muerte. Quinlan tenía 31 años cuando entró en coma el 15 de abril de 1975; y a pesar de que su familia había logrado un año más tarde una sentencia que permitía que fuera desconectada de un respirador artificial, Karen continuó viviendo una vida vegetal durante toda una década, hasta junio de 1985, sin respiración asistida.

Otro nombre emblemático es el de Terry Schiavo, que murió en marzo de 2005 después de 15 años de permanencia en estado vegetativo y 14 días sin alimentación por medio de sondas. El caso Schiavo desató en los Estados Unidos una de las mayores batallas en torno de temas como eutanasia y derecho a la muerte digna.