04 Octubre 2011
RIO GALLEGOS.- En medio de la fricción con la CGT, la presidenta, Cristina Fernández, hizo ayer un llamado a sostener el modelo económico del Gobierno y pidió "solidaridad" a los distintos sectores de la producción y gremiales, para evitar "planteos sectoriales, mezquinos y corporativos". Lo hizo al inaugurar la ampliación del Puerto de la ciudad santacruceña de Caleta Olivia, tras el contrapunto de su gobierno con la CGT por la detención de Rubén Sobrero, dirigente gremial ferroviario, pero sin hacer alusiones puntuales al caso.
Cristina pidió "tener mucha solidaridad" y que no haya planteos sectoriales, mezquinos y corporativos, al sostener que "cada vez que hemos sido egoístas, insolidarios y mezquinos nos ha ido mal a todos los argentinos".
El reclamo presidencial se produce de cara a las perspectivas de negociaciones salariales del año próximo y en medio de un distanciamiento con el titular de la CGT, Hugo Moyano, como quedó reflejado con el caso de Sobrero.
La mandataria llegó desde su residencia de El Calafate, para encabezar el acto junto al gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, el secretario general de la presidencia, Oscar Parrilli y el intendente local, Fernando Cotillo.
Desde allí, también se comunicó mediante videoconferencia con el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, quien inauguró en Rincón de los Sauces una planta energética, acompañado por el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el titular del Sindicato Petrolero Guillermo Pereyra. Tras recordar que el 3 de diciembre de 1988 dio su primer discurso de lanzamiento del FpV, acompañada por el ex mandatario Néstor Kirchner, dijo que desde ese momento se dio "un salto cualitativo" en la Argentina.
De inmediato, dirigió su reclamo a "todos los sectores" incluyendo a "trabajadores, empresarios, comerciantes, profesionales, científicos, estudiantes y docentes", a quienes les pidió hacer un gran esfuerzo para seguir articulando y profundizando el modelo económico y político, "al que algunos le auguraban apenas un veranito o dos".
"Sin embargo -prosiguió- estamos aquí, firmes y parados en un mundo que se derrumba" y estimó que esa situación "nos debe hacer revalorizar nuestras propias ideas para enfrentar un mundo más complejo". (NA)
Cristina pidió "tener mucha solidaridad" y que no haya planteos sectoriales, mezquinos y corporativos, al sostener que "cada vez que hemos sido egoístas, insolidarios y mezquinos nos ha ido mal a todos los argentinos".
El reclamo presidencial se produce de cara a las perspectivas de negociaciones salariales del año próximo y en medio de un distanciamiento con el titular de la CGT, Hugo Moyano, como quedó reflejado con el caso de Sobrero.
La mandataria llegó desde su residencia de El Calafate, para encabezar el acto junto al gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, el secretario general de la presidencia, Oscar Parrilli y el intendente local, Fernando Cotillo.
Desde allí, también se comunicó mediante videoconferencia con el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, quien inauguró en Rincón de los Sauces una planta energética, acompañado por el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el titular del Sindicato Petrolero Guillermo Pereyra. Tras recordar que el 3 de diciembre de 1988 dio su primer discurso de lanzamiento del FpV, acompañada por el ex mandatario Néstor Kirchner, dijo que desde ese momento se dio "un salto cualitativo" en la Argentina.
De inmediato, dirigió su reclamo a "todos los sectores" incluyendo a "trabajadores, empresarios, comerciantes, profesionales, científicos, estudiantes y docentes", a quienes les pidió hacer un gran esfuerzo para seguir articulando y profundizando el modelo económico y político, "al que algunos le auguraban apenas un veranito o dos".
"Sin embargo -prosiguió- estamos aquí, firmes y parados en un mundo que se derrumba" y estimó que esa situación "nos debe hacer revalorizar nuestras propias ideas para enfrentar un mundo más complejo". (NA)
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