04 Octubre 2011
Duro cruce verbal entre el Gobierno y la CGT
Aníbal Fernández le contestó a Moyano que el PEN nunca persiguió a sindicalistas, y Piumato cuestionó al ministro por defender al juez. El Jefe de Gabinete reiteró que hay pruebas en contra de Sobrero, dirigente ferroviario. La CGT, en tanto, salió a defenderlo al igual que a Zanola, a Pedraza y a Venegas
ACTO DE REPUDIO. Manifestantes de distintas agrupaciones sindicales y sociales de izquierda marcharon hasta la Plaza de Mayo en apoyo de Sobrero. DYN
BUENOS AIRES.- El Gobierno nacional y la CGT protagonizaron un fuerte contrapunto por la detención del delegado ferroviario de la línea Sarmiento Rubén "Pollo" Sobrero, que reabrió grietas en la relación entre la Casa Rosada y la central obrera que conduce Hugo Moyano.
Mientras el tema se mantiene en el tapete desde la detención del dirigente gremial el viernes pasado, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, salió al cruce de las críticas de Moyano, que este fin de semana denunció una "escalada contra la actividad sindical" a través de un comunicado.
También Julio Piumato, titular del gremio de los judiciales y hombre cercano a Moyano, ratificó las denuncias de la CGT y cuestionó al ministro por hablar con la prensa pese a que la causa está bajo secreto de sumario.
Ante la acusación, el jefe de ministros señaló: "este Gobierno no persiguió a nadie, mucho menos sindicalistas".
Otros detenidos
La central conducida por Moyano alertó sobre la detención de Sobrero y otros delegados ferroviarios, pero amplió su reclamo y apuntó sobre los encarcelamiento de los titulares de la Asociación Bancaria, José Zanola, y de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, que se suma a la detención efímera del secretario general del gremio de Peones Rurales, Gerónimo Venegas.
Moyano expresó varias veces de manera indirecta su temor a ser detenido por algunas de las causas que tiene pendientes en la Justicia, entre ellas la de la "mafia de los medicamentos" que alcanza a Zanola y a Venegas.
En su columna de los lunes en Telefé y en declaraciones radiales, el jefe de Gabinete reiteró que hay "pruebas suficientes" para detener a los sindicalistas de la línea Sarmiento. Además, negó que haya tenido acceso al expediente, que se tramita en el Juzgado de San Martín, a cargo del juez Juan Manuel Yalj.
El funcionario se declaró "amigo" del líder camionero, pero rechazó las acusaciones sobre que existe una persecución al sindicalismo. "Nunca he renegado de mi amistad personal con Moyano. Pero yo no digo amén a todo, y en este caso no estoy de acuerdo. Este Gobierno no persiguió a nadie, buscó justicia en los lugares que debió buscarlos. Y mucho menos perseguir sindicalistas. Lo que no vamos a hacer, ante una situación como esta, es tabicarla. Nunca lo hicimos y nunca lo vamos a hacer", enfatizó.
El ahora candidato a senador nacional por el Frente para la Victoria remarcó: "ante situaciones como estas, si tengo que poner mi firma, no me tiembla la mano; así que lo siento, no pienso como la CGT en ese caso". "No podemos tolerar que esto suceda. Este Gobierno pagó costos altísimos por respetar el artículo 14 de la Constitución, que da el derecho de reclamar ante las autoridades. Las cosas las podemos resolver políticamente. Pero cuando se encuentra con gente irracional que quema por $ 50 millones, no se lo puede permitir", subrayó sobre la quema de vagones.
Un desacierto
Inmediatamente, Piumato le respondió a Fernández: "hay una escalada de la Justicia contra las organizaciones sindicales". "Yo creo que el jefe de Gabinete, y muchos coinciden, no tuvo un gesto feliz al hablar de la causa que estaba en secreto de sumario y salir a defender al juez. No es un acierto por parte de un miembro del Poder Ejecutivo", enfatizó el titular del gremio judicial.
Piumato, en tanto, advirtió que a los sindicalistas "los detuvieron un viernes para indagarlos el lunes y generar este revuelo. Esto tiene intencionalidad política. Por eso me sorprende lo del ministro; para mí esto perjudica al Gobierno a 20 días de las elecciones ya que enrarece el clima electoral"
Piumato también defendió a Zanola, quien permanece detenido por el caso de la "mafia de los medicamentos". "Lo mismo digo del caso de Zanola; descreo que un dirigente sindical ponga en riesgo la salud de sus afiliados. No lo veo a Sobrero entre los que organizaron ese 'operativo caos'" con la quema de vagones, señaló.
Las diferencias entre la Casa Rosada y la CGT en torno al caso Sobrero volvieron a abrir grietas en la relación, que desde hace un tiempo tiene altibajos. (DyN)
Mientras el tema se mantiene en el tapete desde la detención del dirigente gremial el viernes pasado, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, salió al cruce de las críticas de Moyano, que este fin de semana denunció una "escalada contra la actividad sindical" a través de un comunicado.
También Julio Piumato, titular del gremio de los judiciales y hombre cercano a Moyano, ratificó las denuncias de la CGT y cuestionó al ministro por hablar con la prensa pese a que la causa está bajo secreto de sumario.
Ante la acusación, el jefe de ministros señaló: "este Gobierno no persiguió a nadie, mucho menos sindicalistas".
Otros detenidos
La central conducida por Moyano alertó sobre la detención de Sobrero y otros delegados ferroviarios, pero amplió su reclamo y apuntó sobre los encarcelamiento de los titulares de la Asociación Bancaria, José Zanola, y de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, que se suma a la detención efímera del secretario general del gremio de Peones Rurales, Gerónimo Venegas.
Moyano expresó varias veces de manera indirecta su temor a ser detenido por algunas de las causas que tiene pendientes en la Justicia, entre ellas la de la "mafia de los medicamentos" que alcanza a Zanola y a Venegas.
En su columna de los lunes en Telefé y en declaraciones radiales, el jefe de Gabinete reiteró que hay "pruebas suficientes" para detener a los sindicalistas de la línea Sarmiento. Además, negó que haya tenido acceso al expediente, que se tramita en el Juzgado de San Martín, a cargo del juez Juan Manuel Yalj.
El funcionario se declaró "amigo" del líder camionero, pero rechazó las acusaciones sobre que existe una persecución al sindicalismo. "Nunca he renegado de mi amistad personal con Moyano. Pero yo no digo amén a todo, y en este caso no estoy de acuerdo. Este Gobierno no persiguió a nadie, buscó justicia en los lugares que debió buscarlos. Y mucho menos perseguir sindicalistas. Lo que no vamos a hacer, ante una situación como esta, es tabicarla. Nunca lo hicimos y nunca lo vamos a hacer", enfatizó.
El ahora candidato a senador nacional por el Frente para la Victoria remarcó: "ante situaciones como estas, si tengo que poner mi firma, no me tiembla la mano; así que lo siento, no pienso como la CGT en ese caso". "No podemos tolerar que esto suceda. Este Gobierno pagó costos altísimos por respetar el artículo 14 de la Constitución, que da el derecho de reclamar ante las autoridades. Las cosas las podemos resolver políticamente. Pero cuando se encuentra con gente irracional que quema por $ 50 millones, no se lo puede permitir", subrayó sobre la quema de vagones.
Un desacierto
Inmediatamente, Piumato le respondió a Fernández: "hay una escalada de la Justicia contra las organizaciones sindicales". "Yo creo que el jefe de Gabinete, y muchos coinciden, no tuvo un gesto feliz al hablar de la causa que estaba en secreto de sumario y salir a defender al juez. No es un acierto por parte de un miembro del Poder Ejecutivo", enfatizó el titular del gremio judicial.
Piumato, en tanto, advirtió que a los sindicalistas "los detuvieron un viernes para indagarlos el lunes y generar este revuelo. Esto tiene intencionalidad política. Por eso me sorprende lo del ministro; para mí esto perjudica al Gobierno a 20 días de las elecciones ya que enrarece el clima electoral"
Piumato también defendió a Zanola, quien permanece detenido por el caso de la "mafia de los medicamentos". "Lo mismo digo del caso de Zanola; descreo que un dirigente sindical ponga en riesgo la salud de sus afiliados. No lo veo a Sobrero entre los que organizaron ese 'operativo caos'" con la quema de vagones, señaló.
Las diferencias entre la Casa Rosada y la CGT en torno al caso Sobrero volvieron a abrir grietas en la relación, que desde hace un tiempo tiene altibajos. (DyN)
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