Bien está que escuelas y colegios celebren su centenario, como está ocurriendo. No solamente se rinde así homenaje a los hombres de Estado que las hicieron posibles; a quienes condujeron esos establecimientos y enseñaron en ellos, y a los que se formaron en sus aulas. También, conmemorar el siglo afirma la identidad de los que hoy dan y reciben clases allí. Les permite enorgullecerse justificadamente de que, detrás de la casa, exista toda una historia incorporada al crecimiento espiritual de la provincia.
Se me ocurre algo más. Con frecuencia he podido comprobar que muchos colegios y escuelas tienen enorme dificultad para obtener los datos históricos que les atañen. Hay casos en que desconocen la fecha exacta de su fundación y, por cierto, nada saben del personal directivo y docente que integró su equipo a lo largo de los años.
No es una ignorancia culpable. Lo que sucede es que a la autoridad nunca le ha preocupado que cada establecimiento cuente con las referencias sobre su pasado, a partir de la norma legal con el que se lo creó (y, por lo general, ni siquiera se tiene esta última).
Obviamente, es algo que puede averiguarse con la correspondiente investigación, bibliográfica y documental. Pero encararla es una tarea laboriosa.
Búsqueda de archivos
Aquí es donde puede intervenir el Estado. No se trata de disponer por circular que cada establecimiento se aboque de inmediato al rastreo. Eso no haría más que añadir una tarea -para la que no siempre existe aptitud- a las ya suficientes que cargan directores y docentes. Lo adecuado sería contratar a terceros, debidamente capacitados, para que realicen la correspondiente búsqueda en los archivos. Realizada esta, los resultados debieran incorporarse a los sistemas informáticos -sin prejuicio de editarlos simultáneamente en libros o folletos-, de manera que se sepa con precisión, por fin, el historial de cada unidad educativa de la ciudad capital y del interior de Tucumán.
Es un trabajo que curiosamente nunca se ha realizado, a pesar de la enorme cantidad de escuelas que existen en nuestro territorio.
En 1920, Manuel Valdez del Pino editó cuidadosamente un "Album del Magisterio de la Provincia de Tucumán".
Más allá de sus transcripciones no siempre pertinentes y su material de relleno, es una obra interesante y meritoria por los cuadros estadísticos, por los retratos de docentes y por las fotografías de edificios que contiene la publicación. Pero las nóminas detalladas y las fechas de fundación brillan por su ausencia.
Es hora de obtenerlas, con esa tarea metódica y sostenida que sugerimos, y que ya viene tardando demasiado en intentarse.
Se me ocurre algo más. Con frecuencia he podido comprobar que muchos colegios y escuelas tienen enorme dificultad para obtener los datos históricos que les atañen. Hay casos en que desconocen la fecha exacta de su fundación y, por cierto, nada saben del personal directivo y docente que integró su equipo a lo largo de los años.
No es una ignorancia culpable. Lo que sucede es que a la autoridad nunca le ha preocupado que cada establecimiento cuente con las referencias sobre su pasado, a partir de la norma legal con el que se lo creó (y, por lo general, ni siquiera se tiene esta última).
Obviamente, es algo que puede averiguarse con la correspondiente investigación, bibliográfica y documental. Pero encararla es una tarea laboriosa.
Búsqueda de archivos
Aquí es donde puede intervenir el Estado. No se trata de disponer por circular que cada establecimiento se aboque de inmediato al rastreo. Eso no haría más que añadir una tarea -para la que no siempre existe aptitud- a las ya suficientes que cargan directores y docentes. Lo adecuado sería contratar a terceros, debidamente capacitados, para que realicen la correspondiente búsqueda en los archivos. Realizada esta, los resultados debieran incorporarse a los sistemas informáticos -sin prejuicio de editarlos simultáneamente en libros o folletos-, de manera que se sepa con precisión, por fin, el historial de cada unidad educativa de la ciudad capital y del interior de Tucumán.
Es un trabajo que curiosamente nunca se ha realizado, a pesar de la enorme cantidad de escuelas que existen en nuestro territorio.
En 1920, Manuel Valdez del Pino editó cuidadosamente un "Album del Magisterio de la Provincia de Tucumán".
Más allá de sus transcripciones no siempre pertinentes y su material de relleno, es una obra interesante y meritoria por los cuadros estadísticos, por los retratos de docentes y por las fotografías de edificios que contiene la publicación. Pero las nóminas detalladas y las fechas de fundación brillan por su ausencia.
Es hora de obtenerlas, con esa tarea metódica y sostenida que sugerimos, y que ya viene tardando demasiado en intentarse.








