"En los años 50, Santa Lucía era un pueblo chico, todos vivíamos alrededor de la escuela y si no teníamos hermanos mayores eran nuestros primos o vecinos quienes nos conectaban a ella", recuerda en el prólogo de su libro "La escuela Benjamín Zorrilla (1910-2010)" la escritora Lucía Mercado,con motivo de los festejos del centenario del local educativo. Cuenta que tenía su entrada en la calle principal del pueblo, "la calle que venía del hospital y se iba para los Valles Calchaquíes. Ocupaba el centro del predio de una hectárea y eran ocho o diez aulas en un cuadrado con un patio interior". Mercado realiza un relato a partir de su propia niñez, de testimonios y datos escolares. "La escuela Benjamín Zorrilla, de Santa Lucía, es una de las tres donadas por José Federico Moreno -el primer dueño del ingenio Santa Lucía-,en 1910. Las otras dos son la José Federico Moreno, de Monteros, y la escuela José Mármol, en la capital", cuenta. Lo interesante es que según las actas a las que tuvo acceso Mercado, la donación se refería no sólo a entregar tierras sino a construir las escuelas "y a ponerlas en funcionamiento", y con dinero de su benefactor. Moreno fue también fundador del pueblo de Santa Lucía junto a Gerardo Constanti y Félix Aguinaga, el 7 de noviembre de 1882.