09 Junio 2010 Seguir en 
Una investigación de la Universidad de Iowa, EE.UU., trae buenas noticias para los parientes o cuidadores de pacientes con Alzheimer, mal que causa la pérdida de la memoria. Estos enfermos pueden olvidar un chiste o una charla significativa, pero mantienen los sentimientos asociados con esas experiencias. Esto puede mejorar su estado de ánimo y hacerlos sentir más felices, aunque no sepan por qué.
En el estudio, publicado recientemente en Proceedings of the National Academy of Sciences, los investigadores mostraron fragmentos de películas tristes y alegres a personas con Alzheimer. Aunque luego de las proyecciones los participantes o podían recordar lo visto, retenían las emociones que les habían producido las imágenes.
El mal de Alzheimer es progresivo y genera limitaciones en la memoria, el razonamiento y el comportamiento. Afecta a unos 22 millones de personas en todo el mundo, y es la más común de las demencias. El autor principal del estudio, Justin Feinstein, estudiante del doctorado en Clínica Neuropsicológica, asegura que el hallazgo tiene importancia para quienes sufren de Alzheimer. Colaboraron Daniel Tranel, profesor de neurología y psicología, y Melisa Duff, profesora de ciencias de la comunicación, de la misma universidad.
Una visita o un llamado de teléfono de algún miembro de la familia puede tener una influencia positiva sobre la felicidad de la persona con Alzheimer, aun cuando lo olvide rápidamente. En cambio, la rutina o el desinterés en el trato de los cuidadores para con estos enfermos pueden transmitir tristeza, frustración y soledad.
El hallazgo desafía la noción popular de que borrar un recuerdo doloroso elimina el sufrimiento psicológico. También refuerza la importancia de prestar atención a las necesidades emocionales de las personas con Alzheimer, mal que en 2050 afectará a más de 100 millones de personas en el mundo.
En el estudio, publicado recientemente en Proceedings of the National Academy of Sciences, los investigadores mostraron fragmentos de películas tristes y alegres a personas con Alzheimer. Aunque luego de las proyecciones los participantes o podían recordar lo visto, retenían las emociones que les habían producido las imágenes.
El mal de Alzheimer es progresivo y genera limitaciones en la memoria, el razonamiento y el comportamiento. Afecta a unos 22 millones de personas en todo el mundo, y es la más común de las demencias. El autor principal del estudio, Justin Feinstein, estudiante del doctorado en Clínica Neuropsicológica, asegura que el hallazgo tiene importancia para quienes sufren de Alzheimer. Colaboraron Daniel Tranel, profesor de neurología y psicología, y Melisa Duff, profesora de ciencias de la comunicación, de la misma universidad.
Una visita o un llamado de teléfono de algún miembro de la familia puede tener una influencia positiva sobre la felicidad de la persona con Alzheimer, aun cuando lo olvide rápidamente. En cambio, la rutina o el desinterés en el trato de los cuidadores para con estos enfermos pueden transmitir tristeza, frustración y soledad.
El hallazgo desafía la noción popular de que borrar un recuerdo doloroso elimina el sufrimiento psicológico. También refuerza la importancia de prestar atención a las necesidades emocionales de las personas con Alzheimer, mal que en 2050 afectará a más de 100 millones de personas en el mundo.
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