"De la Justicia divina nadie se salva", dijo la madre de Mansilla

"De la Justicia divina nadie se salva", dijo la madre de Mansilla

La mujer se enteró por LA GACETA de que el principal acusado del secuestro y crimen de su hijo había sido arrestado por la Policía.

Marta Páez de Mansilla  (foto) había expresado su enojo el año pasado luego de que la Justicia ordenara la liberación de los siete condenados. Marta Páez de Mansilla (foto) había expresado su enojo el año pasado luego de que la Justicia ordenara la liberación de los siete condenados.
22 Noviembre 2009
"¡Ay! ¡Gracias a Dios que ya están presos!". Cuando Marta Páez de Mansilla -madre de Adrián, el joven asesinado en 2003- se enteró por LA GACETA de la detención de cuatro de los condenados, rompió en llanto. "Aunque haya dos prófugos, esto es una alegría muy grande. Además, yo temía más por (Miguel) 'Piki' Orellana, y es bueno saber que ya va a estar en Villa Urquiza", dijo conmocionada la mujer.

- ¿Cree que la ratificación del fallo le permitirá dar vuelta la página?

- No lo sé. Desde el primer día que desapareció Adrián que vivo con muchísima angustia. Cuando me dijeron que "Piki" se lo había llevado, yo presentía que iban a hacer lo que hicieron. Por eso fui de inmediato a la Policía. Sólo mi alma sabe lo que pasé durante todo este tiempo.

- También soportó momentos muy duros durante la desaparición de su hijo...
- Yo misma iba con la Policía a buscarlo. Y muchas veces iba sola. Recorría cementerios, montes, basurales... hasta me metí al Río Salí, porque me pasaban información falsa. A veces me decían que estaba en el Timbó, en El Cadillal. Pero no aparecía, y yo no podía parar de llorar. Recorrí tanto; y al final me lo encontraron muerto, enterrado en unos matorrales.

- ¿Le preocupa que dos de los condenados estén prófugos?
- Yo sabía que (Marcelo) Romano y (Angel) Ibarra se iban a escapar. Nunca se los veía por los lugares que solían frecuentar. De todas formas, con saber que arrestaron a "Piki" ya estoy tranquila, es al que más miedo le tengo. Había dejado de creer en la Justicia. No entendía que los hubieran dejado libres sabiendo que habían matado a mi hijo. Por eso participé en las marchas (de Familiares de Víctimas de la Impunidad). Eso me dio mucha fuerza para seguir adelante, y se los agradezco.

- Usted cuestionó duramente que los condenados hayan salido en libertad tras el fallo...

- Por supuesto. Esa es una ley que favorece al delincuente. ¿Cómo puede ser que la víctima siempre sea la que deba ceder? Por eso perdí la fe en los jueces en aquel entonces. Al no estar presos, esos tipos podían fugarse en cualquier momento. Espero que puedan encontrarlos. Lo mismo podrían haber hecho "Piki" o cualquiera de los otros, porque una persona condenada a perpetua está jugada. Por eso es que deberían haber ido directamente a la cárcel.

- ¿Tuvo miedo en algún momento?

- No. Jamás. Desde el primer momento me sentí con fuerzas, aunque siempre supe que me enfrentaba a una familia con mucho poder. Pero hoy, menos que nunca, me van a intimidar. De todas formas, voy a pedir custodia policial hasta que esto se apacigüe, porque sufrí amenazas antes.

- ¿Cómo recuerda a su hijo?

- Era un chico muy cariñoso. No puedo evitar llorar cada vez que me acuerdo de él. Mañana (por hoy) les voy a pedir a mis sobrinos que me lleven al cementerio, a su tumba. Le voy a dar gracias a él porque me dio fuerzas para seguir con esto, para que quienes lo mataron queden presos. Además, de la justicia divina nadie se salva.

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