04 Octubre 2009
Los reclamos de los propietarios de camiones no son novedosos. En abril de este año, en el inicio de la campaña sojera, los transportistas tucumanos encabezaron una protesta contra las acopiadoras de granos con sede en la provincia en demanda de mejores tarifas por el flete hasta Rosario. En aquel momento, hubo cortes de rutas en Pozo Hondo (Santiago del Estero), así como en las rutas 157, 9 y 303, a la altura de las plantas acopiadoras de Bunge y de Aceitera General Deheza (AGD).
Las quejas surgieron porque cobraban una tarifa hasta un 30% inferior a la que se pagaba en 2008 por el flete Tucumán-Rosario. Además, objetaban que a esos viajes eran realizados por transportistas de cargas que provenían de provincias como Santa Fe, a quienes los contratan muchas veces en negro, con lo cual tributan menos que los tucumanos, a quienes se les exige que mantengan todo en regla.
"La situación económica es muy mala. Día a día vemos cómo nos fundimos. Los insumos han subido una enormidad; gasoil, repuestos, neumáticos", expresó el transportista tucumano Antonio Arellano.
La crisis del sector comenzó a manifestarse el año pasado, cuando se generalizó el conflicto Gobierno-campo, que frenó el movimiento de cargas en el país a causa del paro ruralista, que se extendió durante varios meses, y por los cortes de rutas. El conflicto perjudicó especialmente a los transportistas que realizan fletes cortos en Tucumán -de los campos a las acopiadoras-, ya que los productores optaron por retener los granos en sus propias fincas, en silos especialmente diseñados con ese objetivo. Luego, el freno de la economía también impactó en la actividad, ya que se redujeron los envíos de mercaderías desde los principales centros económicos del país a las provincias.
Los sectores azucarero y citrícola son muy importantes para la actividad del transporte de cargas por camiones. La zafra azucarera demanda transporte para trasladar 15 millones de toneladas de caña de los campos a los ingenios, y otro 1,5 millón de toneladas de azúcar de las fábricas a los centros de consumo. En el citrus, los camiones transportan 1,3 millón de limones a los empaques e industrias y luego a los puertos, para ser exportados.
Las quejas surgieron porque cobraban una tarifa hasta un 30% inferior a la que se pagaba en 2008 por el flete Tucumán-Rosario. Además, objetaban que a esos viajes eran realizados por transportistas de cargas que provenían de provincias como Santa Fe, a quienes los contratan muchas veces en negro, con lo cual tributan menos que los tucumanos, a quienes se les exige que mantengan todo en regla.
"La situación económica es muy mala. Día a día vemos cómo nos fundimos. Los insumos han subido una enormidad; gasoil, repuestos, neumáticos", expresó el transportista tucumano Antonio Arellano.
La crisis del sector comenzó a manifestarse el año pasado, cuando se generalizó el conflicto Gobierno-campo, que frenó el movimiento de cargas en el país a causa del paro ruralista, que se extendió durante varios meses, y por los cortes de rutas. El conflicto perjudicó especialmente a los transportistas que realizan fletes cortos en Tucumán -de los campos a las acopiadoras-, ya que los productores optaron por retener los granos en sus propias fincas, en silos especialmente diseñados con ese objetivo. Luego, el freno de la economía también impactó en la actividad, ya que se redujeron los envíos de mercaderías desde los principales centros económicos del país a las provincias.
Los sectores azucarero y citrícola son muy importantes para la actividad del transporte de cargas por camiones. La zafra azucarera demanda transporte para trasladar 15 millones de toneladas de caña de los campos a los ingenios, y otro 1,5 millón de toneladas de azúcar de las fábricas a los centros de consumo. En el citrus, los camiones transportan 1,3 millón de limones a los empaques e industrias y luego a los puertos, para ser exportados.
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