El transporte de cargas vive una crisis agobiante

El transporte de cargas vive una crisis agobiante

Elevados costos -en especial del gasoil- y tarifas que no dejan márgenes para la rentabilidad configuran un cóctel explosivo para la actividad. Transportistas autoconvocados de Tucumán no se sienten representados por la Fadeeac y analizan la posibilidad de conformar una entidad paralela. Los empresarios aseguran que están todos fundidos. La carga fiscal.

FRENTE AL HOTEL CATALINAS. El 8 de julio, los transportistas hicieron una protesta a la espera de la llegada de la presidenta Cristina Kirchner. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO FRENTE AL HOTEL CATALINAS. El 8 de julio, los transportistas hicieron una protesta a la espera de la llegada de la presidenta Cristina Kirchner. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO
04 Octubre 2009
Agobio y desesperación. Las sensaciones que invaden a los propietarios de camiones de nuestra provincia están directamente vinculadas con la crisis económica que afecta al sector de transporte de cargas. La situación es dramática: los costos en la actividad son demasiado altos en función del nivel de tarifas que se cobran para el traslado de mercaderías en vehículos de gran porte. Para colmo, un sector de los transportistas no se siente identificado con la entidad que los agrupa -la Asociación de Transporte de Cargas de Tucumán (ATCT)- ni con la entidad madre que los nuclea a nivel nacional -la Federación de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), que conduce el tucumano Luis Morales-. Es por eso que promueven, en Buenos Aires, la conformación de una institución paralela que se ocupe de hacer notar los problemas que aquejan al sector.
"La situación es muy crítica, y en todos lados es igual. Es por eso que no se descarta que se decida un paro nacional del transporte de cargas", advirtió el transportista tucumano Daniel Triviño, quien la semana pasada participó en asambleas en Buenos Aires, en las que se debatió el momento delicado que atraviesa el sector.
"Hay mucha gente que está fundida, y se ve obligada a desprenderse de sus herramientas de trabajo, que son los camiones, porque no se observa una salida a esta crisis", alertó Triviño. El empresario estuvo acompañado por el transportista Benito Fernández, que también pintó un panorama sombrío sobre la situación del transporte de cargas por camiones. "La verdad es que la situación está muy complicada. Fuimos convocados por una organización para evaluar la crisis. Lo que surgió de las deliberaciones es que estamos muy mal, y vamos peor", graficó.
Según los empresarios, el precio del gasoil es demasiado alto para que el sector obtenga márgenes de rentabilidad que lo hagan viable como negocio. También representa una carga demasiado pesada la presión fiscal y los costos de los insumos que emplea la actividad, que crecen a valores de dólar.
"Así no podemos trabajar. Hemos tenido muchas reuniones en ámbitos oficiales para tratar de encontrar una salida a esta crisis, pero no solucionamos nada. Uno de los problemas es que el Gobierno está en contra del sector productivo, que es el que nos contrata. Entonces, la crisis de la producción nos llega en forma directa a nosotros", añadió Fernández.
El transportista evidenció que si no bajan los precios del combustible "no podremos seguir trabajando".
Los empresarios del sector de menor escala conformaron una cooperativa con el objeto de lograr mayor presencia en el mercado, pero no consiguieron un equilibrio entre costos e ingresos. "Es muy triste fundirse trabajando; además, el Fisco nos tiene acogotados, y muchos colegas ya no soportan tanta presión impositiva. Ninguno está en condiciones de cumplir con tantas exigencias por falta de trabajo y porque la rentabilidad es nula", subrayó Fernández.
Uno de los planteos que se proponen realizar los propietarios de camiones es que el Gobierno central declare al transporte de cargas en emergencia nacional y que se otorgue al sector subsidios como recibe el transporte de pasajeros. "Estamos tratando de frenar la presión de la gente para evitar un conflicto, pero todo estallará cuando finalice la zafra azucarera en 15 días", remarcó Triviño. Los transportistas aseguran que por ahora no se generalizaron despidos en la actividad, pero no descartan que muchos choferes queden sin trabajo cuando finalice al cosecha de la caña de azúcar.

Discrepancias
El presidente de la Fadeeac es sindicado como uno de los responsables de que no se realicen gestiones a favor del sector en el ámbito nacional. "No nos sentimos representados por Luis Morales. El es tucumano, pero no nos ayuda en nada", indicó Fernández. De manera similar se expresó Triviño. "Discrepamos absolutamente con la gestión de Morales", recalcó.
Este sector de transportistas autoconvocados fue el que protagonizó una protesta el 8 de julio último, frente al hotel Catalinas Park, un día antes de la llegada a la provincia de la presidenta Cristina Kirchner, con motivo de los festejos por el 9 de Julio. En aquella oportunidad, el grupo exigía un precio del gasoil de $ 0,80 por litro, una rebaja de los aportes sindicales al 1% (que eran del 10%), la determinación de salarios acordes a la productividad del transporte y créditos blandos para el sector. En especial, los fleteros reclamaban que la Provincia deje sin efecto el cobro del 2,5% de Ingresos Brutos, debido a que hace dos meses antes se había acordado que el impuesto iba a quedar en 0,70%. Finalmente, la manifestación había quedado desarticulada por efecto de la intervención del ministro del Interior, Osvaldo Jaldo, quien se había comprometido a realizar gestiones a favor de los planteos de los transportistas.





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