La poca valoración de sí mismo influye en el carácter podrido

Con respecto al mal humor, no considero que sea un problema de carácter sino un estado de ánimo como consecuencia de situaciones de la vida no resueltas. Si con el tiempo no se resuelven, se va gestando un temperamento hostil e intolerante. Depende tanto de factores del contexto (familiar, social) como de cada personalidad.
No existe una definición universal sobre la personalidad. Deriva del latín "persona" (máscara utilizada por los actores en las obras de teatro) y en tiempos de Cicerón se utilizó para designar retórica y metafóricamente el rol de todo ser humano en la vida social.
La conducta del ser humano es el resultado de la interacción con el medio, del cual se derivan un conjunto de modalidades adaptativas que el individuo utiliza en su contacto cotidiano con el ambiente. Estas, al persistir en el tiempo, se transforman en patrones de conducta: un estilo de vida del individuo que trascurre sin ansiedad, a menos que se vea enfrentado a situaciones de estrés extremo que dará diferentes cuadros patológicos según la psicología de cada individuo.
En el carácter intervienen otros factores que se heredan de alguna forma (modelos parentales), como sensibilidad, impulsos, etc., que pueden traer consecuencias como disminución o pérdida de la flexibilidad en la interacción o en la capacidad para enfrentar el estrés. Así, la persona puede ser más optimista o pesimista. Eso se puede superponer al modo en que las personas resuelven sus problemas o conflictos.
Una persona puede tener poca valoración de sí misma, pero si posee una buena predisposición ello se manifestará en un estado de ánimo llevadero. En cambio, si es pesimista, se torna amarga e intolerante y hasta puede proyectar en los demás y en el mundo sus frustraciones. Esas características se van incorporando al carácter y por eso se dice comunmente "qué mal carácter tiene".

Acostumbramiento
Hay personas que, al ser designadas como de mal genio o carácter "podrido", se acostumbraron a responder del modo que se espera de ellas, y eso a su vez les impide explorar las motivaciones que las llevaron a vivir de ese modo.
En cuanto a los consejos, pienso que es importante no caracterizar a las personas designándolas con tal o cual rasgo. En todos hay algo de cada rasgo, con predominio de alguno de ellos. Lo mejor es tener una conducta autorreferencial constructiva y hacer un análisis de cada situación, con la ayuda de una persona de confianza (amigo o profesional) y tratar de sentirse con la "mejor onda".