Un loco locro humor

Punto de vista. Por Donato Alberto Calliera - Humorista.

LA RISA. EL HUMOR ES UNA DE NUESTRAS VIRTUDES. LA RISA. EL HUMOR ES UNA DE NUESTRAS VIRTUDES.
19 Octubre 2008

Una amplia región de Sudamérica fue dominada por la civilización incaica. Los incas peruanos y los incas bolivianos. A Tucumán nos gobernaron los "inca-paces". Hubo una época de esplendor. La industria azucarera, los ferrocarriles y la universidad atrajeron santiagueños, salteños, catamarqueños, jujeños e incluso gente de países limítrofes. El crecimiento fue caótico y bullicioso. Luego, llegaron los "inca-paces" y despareció el crecimiento pero aún persisten el bullicio y el caos. Con sólo haber logrado hacer al revés nos hubiéramos salvado.
Hoy la provincia tiene una densidad de 57 habitantes, mejor dicho, de 57 problemas por kilómetro cuadrado. Y como el humor se nutre de conflictos podemos decir que Tucumán posee una importante industria sin chimeneas que se dedica a la producción de sonrisas y carcajadas. Así podemos vivir... bah, ir tirando.
El humor tucumano, como su población, está formado por elementos muy heterogéneos. Una especie de "locro pulsudo", o para decirlo con más elegancia "humor de fusión". Donde conviven desde la grosería más elemental y directa hasta el ingenio creativo y repentino.

Picante y agresivo
A semejanza del locro, es caliente, pesado, picante y agresivo. Dispara sus dardos sin compasión ni anestesia. A sangre fría. Puede sepultar a una persona mediante un simple apodo. "Espalda con jopo" le endilgará a un jorobado. "Pancuca" al amigo panzón, culón y cabezón. O "flauta con tierra" al de voz ronca y débil. Jamás se le ocurriría algo poético como "garganta de arena". Un popular futbolista que corría agachado con los brazos abiertos recibió el apodo de "pillapollos". Y los apodos, como los diamantes, son eternos.
Donde estalla el ingenio repentino es en las comparaciones exageradas. "Ando tan pobre que en la computadora, en vez de virus tengo vinchucas". Al adolescente peinado estilo punk le preguntará si se ha peinado con viagra" y de una mujer demasiado accesible dirá que "es más fácil que la tabla del uno".
En esta tierra demasiado fértil las ocurrencias brotan sin dificultad. Si un jubilado le pregunta a otra cómo anda quizás le responda "bien, todavía me acuerdo dónde vivo". El ruso Samuel que tenía una perfumería en la calle Maipú estaba debiendo varias facturas a un proveedor de Buenos Aires. Un día recibió un telegrama: "Gire urgente. Iniciamos balance". Y Samuel le contestó: "Suspendan balance".
Capítulo aparte merece el uso del "Tucumano Básico", jerga totalmente incomprensible para oídos foráneos. Por ejemplo uno que va a comprar un repuesto para la heladera y le pide al empleado: "Mirá hermano. Dame ese cosito que va metido en el comué de la comosellama". Y lo más sorprendente es que el otro entenderá perfectamente de qué se trata. Hasta el mejor experto en lengua española se verá en figurillas con las complicaciones del verbo ir. "Yo mido, vo te ha ido, él sido ,nosotro se muido y vo, si te querí í, ite".
Además somos muy propensos a emplear palabras que no conocemos. "Yo me he comprado una Land Rover". "Ah, yo tengo un rottweiler". A un cantante que fue a amenizar una fiesta familiar, el locutor lo presentó así: "Y ahora con ustedes, el malogrado cantante Luisito Pereyra". Donde se ha perdido originalidad es en el vasto repertorio de cuentos "prêt à porter" que cada uno tiene para usar en asados, cafés, fiestas y velorios. Internet ha convertido los cuentos en cuentos viejos .

Expresivo y divertido
El tucumano medio es un tipo tremendamente expresivo y muy divertido. A primera vista. Porque en el fondo hay  un pequeño foco de resentimiento y "dolor de ya no ser". Schopenhauer definió al humor como la seriedad oculta en la sonrisa. Se me ocurre que el humor tucumano oculta una bronca metafísica e inexplicable contra sí mismo detrás de las carcajadas.
Como digo en el título: un loco locro humor.

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