Los especialistas sostienen que la menor tolerancia hacia el otro, la imposibilidad para resolver los conflictos y la inmadurez de los jóvenes son los principales factores de influencia en la decisión de separarse. Para muchos, el matrimonio ya no dura toda la vida.
Aunque los motivos de conflicto que exponen los cónyuges son los mismos de siempre, lo que antes podía ser el principio de una disputa hoy conduce a la ruptura de la relación. Por ello, muchos, a modo de prueba, prefieren convivir en pareja y postergar el casamiento. No obstante, aunque se casan más grandes, muchos fracasan al poco tiempo y no llegan a cumplir ni el mínimo de tres años requeridos por la ley para divorciarse.
Los índices señalan que los divorcios en Tucumán aumentaron alrededor de un 50%.