El gran desafío del ministro es frenar la inflación

El gran desafío del ministro es frenar la inflación

Las consultoras privadas estiman que el costo de vida llegará a alrededor del 25% a fin de año, lejos de la proyección oficial del 8,8%. Preocupa que el Gobierno nacional no reconozca el aumento de precios como un problema. El cambio ministerial puede afectar varias áreas de la economía.

26 Abril 2008
BUENOS AIRES.- El ministro de Economía, Carlos Fernández, asumió en reemplazo de Martín Lousteau con el difícil objetivo de mantener a raya la inflación sin usar políticas para desacelerar el consumo y el gasto público.
Lousteau renunció en la noche del jueves, a poco más de un mes de implementar un sistema de impuestos móviles a las exportaciones de granos que desencadenó una protesta de tres semanas en el sector agrícola y llevó al desabastecimiento en las principales ciudades del país.
Pero la gota que rebosó el vaso de la presidenta Cristina Fernández fue que el ahora ex ministro presentó un plan para combatir la creciente inflación mediante la aplicación de medidas para moderar el crecimiento económico. La primera mandataria, al igual que su marido y antecesor Néstor Kirchner, se niega a aplicar recetas que impliquen frenar el consumo de la población y reducir el ritmo del gasto público para controlar el alza de precios.
"La salida de Lousteau muestra que el Gobierno no reconoce que la inflación es un problema y que no está dispuesto a tomar medidas para hacer algo al respecto", dijo Daniel Kerner, analista de Eurasia Group. La inminencia de un reemplazo del titular de Hacienda circulaba en los medios desde hace varias semanas, junto con otros posibles cambios que instrumentaría la Presidenta. El recambio ministerial y la sensación de que el Gobierno no prevé modificar su política económica, en tanto tampoco avanzan las negociaciones con el sector agrícola que amenaza con volver a la huelga el próximo 2 de mayo, afectaron a la moneda, los bonos y las acciones en el mercado local. La plaza bursátil cayó, los bonos se desplomaron más del 5% en promedio a precios mínimos desde la salida de la cesación de pagos en el 2005 y la moneda cotizaba en mínimos desde 2003.
La inflación es uno de los principales desafíos para la gestión de la Presidenta, que analistas privados proyectan en torno al 25% -frente al 8,8% que indican las cuestionadas cifras oficiales- junto con la restricción energética y el actual conflicto con el sector agrícola.
La calificadora de riesgo Standard and Poor s decidió ayer poner en revisión con implicancias negativas la nota de deuda de Argentina. La economía argentina atraviesa su sexto año de fuerte crecimiento económico a tasas del orden del 8,5% anual, lo que permitió reducir fuertemente los niveles de pobreza, de indigencia y de desocupación. (Reuter)

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