El gesto era inconfundible. Con un fondo gris que ensombrecía la mitad de su rostro, el periodista llevaba el índice a su calva y repetía la palabra clave: “memoria”. Sí: Chiche Gelblung instaba a usarla, pero nunca decía cómo estimularla.
Según los que saben, ese reservorio de datos y sentimientos funciona como el disco rígido de una computadora. Es decir, tiene una capacidad límite y varias probabilidades de echarse a perder. Sin embargo, existen técnicas para que no haya más penas ni olvidos, como dice el tango. Y no se circunscriben a la alarma del celular.
A divertirse
El neurólogo Raúl Federico Pelli Noble explicó que existen métodos tradicionales para ejercitar a la mente, como los crucigramas y los laberintos de palabras, y otros para recordar lo pendiente, como las agendas personales o los clásicos papelitos que se pegan con imanes en la heladera.
“Sin embargo, la primera recomendación que hacemos los médicos a los pacientes que quieren retardar los efectos de la edad en la memoria es que mantengan una vida sana. Que controlen los factores de riesgo, como la diabetes, la tiroides, la hipertensión arterial o el sobrepeso. Que hagan mucha actividad física y, sobre todo, que se den un tiempo para la diversión. Eso es fundamental”, resaltó.
El médico destacó que, en general, son las personas que más ejercicio mental y cultural tienen las que luego recuerdan con más detalle y facilidad. “Hay muchas reglas mnemotécnicas, pero lo más eficaz es mimarse: darse tiempo para uno mismo, no sobrecargarse con mucho trabajo y saber delegar. Sirve además leer y escribir mucho”, concluyó.
Ejercicios
Así como se modela el cuerpo, se modela el cerebro. Y aunque a ese órgano no le caben las calzas, existen ciertos ejercicios que puede hacer para que la persona agudice su habilidad mental. Aquí reproducimos una rutina que su memoria puede incluir:
- Al atender el teléfono, intente reconocer a quien llama antes de que se identifique. Al final del día, escriba una lista de todas las personas que llamaron.
- Después de mirar una película, explique con sumo detalle su trama a alguien que no la conozca.
- Si está cenando en un bar o en una casa ajena, trate de reconocer a los ingredientes usados en la comida. Concéntrese, por supuesto, en los sabores sutiles.
- Al entrar en un cuarto lleno de gente, intente estimar velozmente cuánta gente hay a su derecha y cuánta a su izquierda.
Y no exponemos más ejercicios porque nos los olvidamos.