Transcurrió la mitad del año y varias cuestiones de peso en el rumbo económico argentino siguen siendo materias pendientes. El frío polar desnudó, una vez más, la imprevisibilidad en materia de inversiones para sostener al aparato productivo con una crisis energética que se mantiene en el tiempo. Los distintos factores económicos reclaman, por enésima vez, que el Gobierno reformule la política tributaria aprovechando el buen momento fiscal. El Estado, en tanto, mantiene elevado el nivel de gastos, aunque los funcionarios sostienen que la obra pública debe ser entendida como una inversión. Así, por ejemplo, se explica que en la primera mitad del año, el Ministerio de Planificación Federal haya ejecutado gastos por $ 4.300 millones. El 70% de esos fondos fueron redistribuidos entre las provincias (obras viales y ejecución de planes de viviendas), en un año signado por las elecciones. Aquel monto es tres veces superior a lo que se ejecutó en el primer semestre de 2005 y supera en $ 1.500 millones a lo destinado en igual período de 2006. Sin embargo, el economista Miguel Bein señala a LA GACETA que la explosión de la obra pública se observará hasta fines de octubre. "Desde entonces y hasta entrado 2008 observaremos una suerte de desaceleración de la inversión pública, aunque el sector de la construcción, en general, crecerá en torno al 13%", vaticina. Esta expansión temporaria de la obra pública es propia del ciclo electoral. La inflación está controlada en el indicador, pero no en las góndolas. El consumidor percibe que los precios de los productos de la canasta familiar están por encima del indicador del Indec. "Los niveles de inflación seguirán elevados y esto se evidencia en la escasez de algunos productos", dice el economista José Bercoff. Según el experto, "la población tiene la sensación de que el discurso oficial va para un lado y la realidad transita otro camino, por el descreimiento en los índices".
Los mayores costosA la suba sostenida de los precios debe agregarse otro factor que impactará en el segundo semestre del año, más allá del resultado electoral; el reajuste en las tarifas. Si bien a nivel nacional se trata de estirar los plazos de negociación con las empresas de servicios públicos privatizados hasta después de fines de octubre, en Tucumán el consumidor experimentará dos subas tarifarias (17% en dos partes) en el servicio de electricidad. Bercoff, en ese sentido, afirma que podría interpretarse que esos aumentos son una suerte de sinceramiento de precios. "Hay un desfase muy marcado en los últimos años: las tarifas valen una tercera parte que en cualquier país latinoamericano y ese es uno de los hechos que retrae las inversiones en el sector", indica.
Los empresarios perciben que la primera mitad del año dejó una inflación "dibujada, con una fuerte acumulación de presiones e incrementos de costos aún no blanqueados por el índice", según explica Julio Colombres, presidente de la Federación Económica de Tucumán (FET). Un informe de SEL Consultores le da la razón al industrial azucarero. "En el primer trimestre de 2007 el crecimiento interanual de las remuneraciones de los asalariados registrados fue de 20%. En el mismo período, los precios de productor aumentaron 11%. Esto significa que, antes de corregir por productividad, el costo laboral real tuvo un alza de 8,3%. Asumiendo un crecimiento de la productividad laboral de 2,5%, el aumento interanual del costo por unidad de producción sería de 5,7%. Este incremento es previo a las negociaciones salariales, que en su mayor parte se realizaron en el segundo trimestre", dice el diagnóstico privado.
El sector productivo observa cómo suben los costos, mientras el Estado no acompaña con medidas que tiendan a bajar aquellos costos. "El muy buen desempeño en materia de recaudación sin acompañamiento de una política tributaria proinversión y protrabajo, nos está posicionando como una economía sujeta a presiones fiscales incompatibles, tanto con el ingreso per cápita como con el enorme tamaño del sector informal", acota Colombres. Bercoff coincide con ese análisis, al señalar que el Gobierno (nacional y provincial) no hizo las transformaciones de fondo que permitan eliminar los impuestos distorsivos. El economista considera que, tras los resultados en Ciudad de Buenos Aires y en Tierra del Fuego, adversos al oficialismo, el kirchnerismo tratará de reforzar su estrategia electoral en los distritos donde aún no se realizaron las elecciones provinciales. Esto, según el experto, tendrá un doble costo -que se suma a los comicios nacionales- y que sostendrá un fuerte incremento del gasto público.
La crisis energética irá desapareciendo a medida que transcurra el segundo semestre. Según Bein, el segundo trimestre evidenció signos de que, en materia de cosecha gruesa, el año productivo será bueno. "Todo indica que, por efecto de la estacionalidad, hacia setiembre no habrá problemas de gas para que el sector agrícola pueda producir", dice Bein. "La enorme vitalidad del sector agrícola argentino posibilita la continuidad del modelo en el segundo semestre, pero nunca debe olvidarse la experiencia de aquel que había educado a su animal de carga, a trabajar sin comer; cuando pensó que el animal había aprendido, el pobre animal murió", acota Colombres.
El ciclo electoral y el cambio de Gobierno abre un paréntesis y hasta interrogantes sobre el futuro de la política económica, en el que la cuestión energética, la inflación y las inversiones siguen siendo materias pendientes, más allá del resultado de las elecciones, nacionales y provinciales.
Qué puede suceder
PARA EL SEGUNDO SEMESTRE, el Gobierno debe buscar la manera de sostener una tasa de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI), en torno al 7% o al 8% anual, con una inflación real cercana al 13%. No es posible sostener ese crecimiento económico a largo plazo, ya que una elevada inflación afectará negativamente las expectativas de los agentes económicos.
PARA INCREMENTAR LA OFERTA DE PRODUCTOS, en un sistema económico que se sustenta en el consumo, los sectores económicos necesitan ampliar la capacidad instalada. Según los analistas, muchas compañías están aguardando que transcurran las elecciones para definir inversiones. Y esta situación puede ser un condicionante para el sector energético que opera al límite de su capacidad, mientras crece la demanda del servicio.
LAS MEDIDAS ADOPTADAS por el Gobierno para combatir la inflación genera distorsiones en los precios relativos (no todos los precios aumentan al mismo ritmo, ya que el Gobierno interviene en los mercados), lo que hace crecer el monto de los subsidios necesarios para paliar esa situación. Esto se traduce en un aumento del gasto público, sostiene un informe de la consultora Economía & Regiones.
LA POSIBLE LIBERACION de los precios sugeridos de los 12 cortes populares de carne vacuna generará una mayor expectativa inflacionaria si el Gobierno no logra alcanzar un acuerdo de precios con los productores. Hacia agosto, en tanto, se normalizaría el abastecimiento de lácteos.
LOS USUARIOS de servicios públicos privatizados observarán, a lo largo de este segundo semestre, un reajuste en las tarifas. Por ejemplo, en Tucumán se avecinan dos aumentos en las boletas del servicio de energía eléctrica, que serán cubiertos tanto por los grandes consumidores, como por los clientes residenciales.
EL GOBIERNO NACIONAL seguirá acumulando reservas, con un tipo de cambio alto (que favorece a los sectores exportadores), de manera que garantice buenos ingresos. Las retenciones a las exportaciones son el sustento de la política del Gobierno nacional. Esos fondos no se coparticipan a las provincias, al igual que lo que genera la Ley del Cheque. La Argentina cerrará el año fiscal con un superávit en sus cuentas, mientras que las provincias evidenciarán una disminución de ese superávit y algunas terminarán con equilibrio fiscal.