Segundo semestre

El Gobierno debe controlar el gasto para no subir las expectativas inflacionarias y para evitar la crisis energética.

01 Julio 2007
Los ruidos de la política quitan armonía al rumbo de la economía argentina. En el año electoral, el Gobierno (nacional y provincial) apostó a robustecer el consumo, como una señal de que todo marcha sobre ruedas, aunque en el primer semestre del año explotaron algunas cuestiones: el gasto público creció a mayor ritmo que los ingresos, la inflación oficial se alejó de la percepción de la gente de que los precios suben con más fuerza en las góndolas y la crisis energética puso en vilo al aparato productivo.
El segundo semestre, el tiempo de las decisiones electorales, viene signado por aquellas cuestiones que requieren una salida para mantener el ritmo de la economía, que viene creciendo a tasas superiores al 8% anual. Sin embargo, los expertos consultados por LA GACETA coinciden en que el Gobierno no introducirá grandes modificaciones en la política económica y que, en muchos casos, postergará decisiones hasta después de fines de octubre, una vez que se conozca el resultado de las elecciones.
Los agentes económicos también están en campaña, aunque no con las mismas expectativas que los funcionarios políticos. Los empresarios consideran que, en este período de altos ingresos, es cuando debe discutirse una reforma tributaria, de tal manera de disminuir la elevada presión fiscal que atenta contra los costos de productividad y contra la llegada de inversiones. Son los desafíos que enfrenta el Gobierno, más allá del resultado en las urnas.