El orgullo de Tucumán

El orgullo de Tucumán

Llegaron los chicos multicampeones y el recibimiento fue a lo grande. Después de festejar con sus familiares en el aeropuerto, visitaron la sede de la Liga y la Casa de Gobierno. El último brindis fue en LA GACETA.

LA COPA SE MIRA Y NO SE TOCA. Aferrados a los trofeos y apenas pisaron suelo tucumano, los chicos festejaron sin parar junto a sus familiares y a las más de 100 personas que fueron a recibirlos al aeropuerto.  LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI LA COPA SE MIRA Y NO SE TOCA. Aferrados a los trofeos y apenas pisaron suelo tucumano, los chicos festejaron sin parar junto a sus familiares y a las más de 100 personas que fueron a recibirlos al aeropuerto. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
26 Julio 2006
"Palo, palo, palo, palo bonito palo eh... eh, eh, eh, somos campeones otra vez", se escuchaba tibiamente en un sector de la sala de recepción del aeropuerto. El vuelo estaba retrazado y, de algún modo, había que matar una larga espera. La ansiedad por abrazarlos era cada vez más grande. Familiares y amigos ya estaban listos para recibir a los campeones de la "Gothia Cup", los integrantes del seleccionado Sub 13 de la Liga Tucumana de fútbol. Junto a ellos llegaban los jugadores del CEF 18, quienes también brillaron en varios torneos.
El avión ya había tomado contacto con el suelo tucumano, pero los chicos se hacían esperar para ingresar a la sala de recepción. "Dale campeón, dale campeón..." comenzó a sonar fuerte de repente, como para que los chicos escucharan las voces de las más de 100 personas que los esperaban.
Los periodistas gráficos, radiales y televisivos estaban listos para comenzar su tarea, mientras que los fotógrafos estaban listos para gatillar y sacar la mejor foto; la de los jugadores junto a los trofeos. Hasta que por fin asomaron los protagonistas. Volaron los papeles picados y aparecieron los carteles que reflejaban frases como "Campeones mundiales", " Sánchez campeón" para que los pequeños héroes de esta historia pudieran verlos.
Lágrimas de emoción corrían por los rostros de los jugadores, mientras se abrazaban a sus padres y hermanos, iluminados por los flashes que captaban una y otra vez las escenas. Y, no era para menos; hacía casi un mes que no estaban tan cerca de los suyos.
El festejo parecía interminable. Los micros que los trasladarían en caravana a la capital los estaban esperando. La primera escala del viaje de la felicidad fue la plaza Independencia. En esos momentos, el vicegobernador Fernando Juri estaba en una reunión y salió al balcón para observar lo que pasaba. Se enteró de la llegada de los campeones y suspendió esa reunión para recibirlos en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno.
Juri le dio la bienvenida y luego salieron al balcón a saludar a la gente que estaba en la plaza, enmulando a aquellos héroes del Mundial 86, pero con la "Gothia Cup" en la mano. LA GACETA, que siguió paso a paso la hazaña de estos chicos, los agasajó con un brindis. Esa fue la última escala del viaje de la felicidad. ¡Salud campeones!

"Fue un orgullo haber sido capitán en los últimos dos torneos", contó Díaz Pinto

Ser capitán de un plantel es un honor para cualquier deportista, y más aún, cuando tiene la oportunidad de recibir la "Gothia Cup", un trofeo codiciado a nivel mundial. "Fue una experiencia maravillosa y un sueño poder conocer otra cultura y otro país. Ganar cuatro torneos es un orgullo muy grande que tenemos todo el equipo, nuestros entrenadores y la gente que nos acompañó", contó el capitán del seleccionado, Gabriel Mauricio Díaz Pinto.
"También tengo orgullo de ser capitán en los dos últimos torneos y levantar las dos copas", agregó.
"Cuando viajamos lo hicimos pensando salir campeones. Paso a paso nos dimos cuenta de que eso era posible porque el grupo estaba muy unido y sabiendo que podíamos ganar todo", apuntó Díaz Pinto.

Dieron todo
El equipo dejó todo en cada partido. En el último torneo demostró mucho más su juego en conjunto porque prácticamente nos conocíamos todos y veníamos de jugar juntos los últimos campeonatos", reconoció el capitán.
Díaz Pinto es otro de los jugadores que volvió fascinado de Suecia por la limpieza que presentaron las calles. "Estuvimos en Pitea, Ostersund y Gotemburgo. Todo allí es muy ordenado y limpio. La gente, además, es sencilla y muy buena", concluyó el capitán del seleccionado.




Tamaño texto
Comentarios
NOTICIAS RELACIONADAS