

El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, confirmó que el ataque contra una multitud que celebraba la festividad judía de Janucá en Sídney estuvo motivado por la ideología del grupo yihadista Estado Islámico (ISIS). La masacre, perpetrada el domingo en la popular playa de Bondi, dejó un saldo trágico de 15 muertos y más de 40 heridos.
La hipótesis terrorista se consolidó tras el hallazgo de "dos banderas artesanales" de ISIS y artefactos explosivos improvisados dentro del vehículo de los atacantes, identificados como Sajid Akram (50 años) y su hijo Naveed (24). "Al parecer, esto estuvo motivado por la ideología del odio con la que el mundo ha estado lidiando durante más de una década", declaró Albanese a la cadena ABC.
La pista internacional y las fallas de inteligencia
La investigación dio un giro clave al revelarse los movimientos previos de los agresores. Según fuentes de seguridad, padre e hijo viajaron en noviembre a Filipinas, donde habrían recibido "entrenamiento de estilo militar". En ese viaje, el padre utilizó documentación india y el hijo, australiana.
Las autoridades enfrentan ahora duros cuestionamientos por posibles fallas de seguridad. Albanese admitió que Naveed Akram, un albañil desempleado, había estado en el radar de la agencia de inteligencia en 2019, aunque en ese momento no se lo consideró una amenaza inminente.
Crónica del horror en Janucá
El ataque fue planificado meticulosamente. El domingo, Naveed mintió a su madre diciendo que iría a pescar, pero se reunió con su padre en un departamento alquilado. Armados con rifles de largo alcance, se dirigieron a Bondi Beach y abrieron fuego durante 10 minutos contra las familias reunidas.
Entre las víctimas fatales figuran una niña de 10 años, un sobreviviente del Holocausto y un rabino local. La policía abatió a Sajid Akram en el lugar, mientras que su hijo resultó gravemente herido y permanece en coma bajo custodia.
El episodio, uno de los más sangrientos en la historia reciente del país, generó fuertes repercusiones políticas. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, vinculó el hecho al reconocimiento australiano del Estado palestino, asegurando que eso "echó leña al fuego del antisemitismo".
En respuesta, Australia prometió revisar su legislación sobre armas, dado que Sajid Akram poseía seis legalmente, un hecho inusual tras el endurecimiento de las leyes en 1996.







