
Jaldo sugirió que la reforma electoral quedará postergada y no se tratará este año en Tucumán

El gobernador Osvaldo Jaldo admitio este lunes que la reforma electoral en Tucumán no avanzará este año y que el oficialismo resolvió frenar su tratamiento ante la falta de consensos políticos dentro de la Legislatura. La definición se tomó tras una reunión en Casa de Gobierno con el vicegobernador Miguel Acevedo y el presidente subrogante del cuerpo legislativo, Sergio Mansilla, donde se evaluó las dificultades para alcanzar acuerdos amplios.
El mandatario explicó ante la prensa que, si bien el Poder Legislativo había venido trabajando en distintos proyectos y el Ejecutivo colaboró con iniciativas propias, la prioridad fue siempre impulsar una reforma que contara con respaldo político suficiente. “Queríamos sacar una reforma con consenso”, sostuvo. Y reconoció que los cambios en el sistema electoral involucran intereses partidarios diversos y posiciones legítimas dentro del sistema democrático.
En ese contexto, perdió fuerza la posibilidad de que el período legislativo cerrara con modificaciones de peso, como la reducción de los acoples, la paridad de género o la implementación de nuevas herramientas electorales. Aunque la reforma permaneció formalmente en agenda, el gobernador admitió que no estaban dadas las condiciones políticas para avanzar de manera inmediata.
Los indicios institucionales reforzaron esa decisión. Entre ellos, la ausencia en la agenda oficial de la Legislatura de la reunión conjunta entre las comisiones de Asuntos Constitucionales e Institucionales y Legislación General, que debía servir para consensuar dictámenes. Ese encuentro quedó supeditado a definiciones del Ejecutivo y finalmente no se concretó.
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Según fuentes legislativas, de los cuatro ejes que continuaban en análisis tras descartarse la boleta única electrónica -acoples, ficha limpia, puntaje para docentes que actúen como autoridades de mesa y otras modificaciones menores- solo algunos aspectos puntuales podrían haberse tratado, aunque sin impacto estructural. El puntaje para docentes apareció como el tema con mayores posibilidades de avanzar, al ser considerado el menos controversial.
Desde el oficialismo reconocieron que el proceso de discusión no logró cohesionar posiciones internas ni generar acuerdos con la oposición. Frente a ese escenario, se impuso la idea de postergar el debate para evitar una votación apresurada que derivara en mayor polémica e incertidumbre política. “No nos vamos a dejar apurar”, afirmó Jaldo, al remarcar que el espacio gobernante no tenía urgencias electorales.
El gobernador también relativizó la incidencia del sistema de votación en los resultados políticos. Recordó que el frente oficialista había obtenido un contundente triunfo en las últimas elecciones nacionales, incluso bajo un esquema distinto, y sostuvo que el mecanismo electoral no condicionó el respaldo ciudadano.
Respecto a la paridad de género, Jaldo reconoció que se trataba de uno de los puntos con mayor consenso político, aunque aclaró que su tratamiento dependía de la decisión de la Legislatura y de los distintos bloques. No se descartó que ese tema pudiera abordarse de manera individual o dentro de un paquete integral más adelante.
Además, en Casa de Gobierno no descartaron que el Gobierno nacional impulsara modificaciones electorales en el corto plazo, lo que podría volver a alterar el escenario. Con elecciones provinciales previstas recién para 2027, el Ejecutivo provincial sostuvo que existía margen suficiente para retomar el análisis en 2026 y lograr una reforma más sólida.










