Nicolás Keenan, delantero de Los Leones.
Nicolás Keenan cerró un año intenso, diverso y cargado de experiencias que exceden largamente el rectángulo de juego. El delantero de Los Leones transitó una temporada marcada por el alto nivel competitivo, con pasos por la Hockey India League y la exigente liga neerlandesa, y con un hito clave en el plano internacional: la consagración en la Copa América, que le permitió a la selección argentina asegurar su clasificación al próximo Mundial.
En el comienzo del año, Keenan fue parte de la Hockey India League, uno de los torneos más impactantes del calendario internacional. Un certamen breve, vertiginoso y pensado como espectáculo, en un país donde el hockey se vive con una pasión comparable a la del fútbol en otras latitudes. “Es un show. Los estadios están llenísimos, con muchísima gente. Es lo más parecido al fútbol que tenemos en el mundo del hockey”, explicó el atacante, que jugó este año en Soorma, al igual que Nicolás Della Torre.
La experiencia india implicó un cambio profundo respecto de lo que propone el hockey europeo. “Es una liga hecha para que mejoren los indios. No quieren que los extranjeros copemos el juego. Hay reglas, como que sólo pueden jugar cuatro extranjeros al mismo tiempo, y eso hace que te escuchen mucho, que te pidan cosas, que se genere un intercambio”, contó Keenan. La adaptación, además, es rápida y exigente: el torneo dura apenas un mes y los partidos se juegan cada dos o tres días. “El equipo que se adapta mejor es el que llega más lejos”, resumió.
Desde lo deportivo, el contraste con Europa es evidente. “En India es un juego golpe a golpe, muy ofensivo, como se ve en los equipos asiáticos. Para mí, como delantero, es algo que disfruto mucho”, señaló. En cambio, en Países Bajos el proceso es diferente: más largo, más táctico y con una competencia que se desarrolla durante varios meses, partido a partido, semana a semana. “Para mí, Holanda es una de las mejores ligas del mundo. Cada año que me toca jugar ahí aprendo de los mejores jugadores”, agregó.
La vida cotidiana también requiere ajustes. La comida, por ejemplo, suele ser uno de los principales desafíos para los jugadores extranjeros en India. Keenan, sin embargo, lo resolvió sin mayores inconvenientes. “Ya habíamos ido varias veces con la selección. A mí no me molesta tanto el picante, pero en los hoteles te preparan comida para extranjeros: pollo, pastas, todo sin las especias que ellos usan”, explicó.
Tras la experiencia asiática y el regreso a Europa, el punto más alto del año llegó con Los Leones. En la Copa América, Argentina mostró autoridad, se quedó con el título y aseguró su lugar en el Mundial. “Queríamos y queremos ser el mejor equipo de América, y lo conseguimos. Fue una victoria contundente y muy importante como grupo”, destacó Keenan, que remarcó la importancia de cerrar bien el año antes de afrontar una temporada 2026 que asoma como “muy importante”.
En la actualidad, el delantero no pudo sumar minutos debido a un golpe recibido una semana atrás. “No estoy al 100 por ciento y para estos partidos se necesita estar en la mejor manera”, explicó. De todos modos, su presencia en el grupo no se negocia. “Siempre es un gusto, un honor estar en este equipo. Desde adentro o desde afuera de la cancha, siempre alentando”, aseguró.
Más allá de lo deportivo, la figura de Keenan adquirió una dimensión pública singular por su relación con Rob Jetten, líder del partido centrista Democraten 66 (D66) en los Países Bajos. Jetten se encuentra en una posición política que podría llevarlo a convertirse en primer ministro, un escenario que colocaría al argentino en un rol simbólico inédito: el de “primer caballero”. Una situación que combina deporte, visibilidad pública y diplomacia informal, y que lo expone a miradas que exceden el ámbito del hockey.
Ese vínculo también aparece, de manera distendida, en el plano deportivo. Los cruces entre Argentina y Países Bajos siempre tienen un condimento especial. “Hay mucho chicaneo entre los dos”, admitió Keenan. “Él siempre dice que va a bancar a Holanda, pero sé que en un pedacito de su corazón hay un lugar para Argentina. Y los goles contra ellos, siempre los grito”, contó, entre risas.
El año se termina y Keenan hace un balance positivo. India, Europa y selección; espectáculo, táctica y objetivos cumplidos. En un hockey cada vez más global, su recorrido refleja la amplitud de escenarios que hoy atraviesa un jugador de elite. Dentro y fuera de la cancha, su nombre sigue sumando capítulos a una historia que no deja de crecer.








