
RIESGOS. Trump estila confrontar primero para negociar después, pero en este caso, podría resultar peligroso.

WASHINGTON, Estados Unidos.- Han pasado casi 20 años desde las primeras sanciones impuestas a Venezuela por Estados Unidos, en 2006, hasta los recientes ataques contra presuntos narcotraficantes en el Caribe. En estas dos décadas, las tensiones han ido en aumento y, el miércoles, alcanzaron su cénit con el anuncio de Estados Unidos de la incautación de un petrolero frente a las costas de Venezuela. El presidente Donald Trump desplegó hace meses miles de soldados estadounidenses en el Caribe y advirtió sobre posibles ataques en territorio venezolano. Ante tal escenario, surge la pregunta: ¿Hasta dónde podría llegar Trump y cuál sería el resultado?
La motivación
El presidente venezolano Nicolás Maduro, enfrentado a Estados Unidos, resistió con éxito durante el primer mandato de Trump un intento de derrocarlo mediante sanciones y presión diplomática.
Días antes de que Trump regresara a la Casa Blanca, el izquierdista fue investido para un tercer mandato de seis años, a pesar de que observadores internacionales señalaron grandes irregularidades en las elecciones de julio de 2024.
Trump ha criticado la promoción de la democracia como objetivo y ha adoptado un enfoque diplomático basado en transacciones, que también adoptó inicialmente con Maduro.
Pero el secretario de Estado, Marco Rubio, en su afán por derrocar al gobierno comunista en la Cuba de sus orígenes -que se beneficia del petróleo venezolano-, condujo a un cambio hacia una política más agresiva, que incluye amenazas poco sutiles de derrocar a Maduro. “Tiene los días contados”, dijo Trump sobre Maduro en una entrevista reciente con el medio “Politico”.
Campaña militar liviana
Muchos observadores creen que Trump se ha visto políticamente forzado a tomar algún tipo de medida, ya que han pasado semanas desde que amenazó con atacar Venezuela.
Según Phil Gunson, experto en Venezuela del International Crisis Group, la administración Trump tiene dos opciones.
Podría decir: “Quedaremos en ridículo y perderemos mucha credibilidad si sólo ordenamos a la flota que se vaya”, dijo Gunson. O Trump también podría ordenar una campaña militar ligera y declarar la misión cumplida.
En ese caso, Estados Unidos podría atacar la producción ilegal de drogas -oficialmente su principal queja con respecto de Venezuela, aunque el país tiene pocos laboratorios de drogas- o campamentos guerrilleros remotos, cuyos combatientes probablemente ya se hayan dispersado, señaló Gunson.
Agresión o psicología
Pocos creen que Trump tenga el deseo de llevar a cabo una invasión militar a gran escala de Venezuela, un país de 31 millones de habitantes y un tamaño similar al de Texas.
Tomar el control del país, cuya economía lleva años desmoronándose, sería una tarea titánica que contaría con poco apoyo entre la población estadounidense.
Sin embargo, entre las estrategias de mayor riesgo se podría incluir un ataque directo contra instalaciones gubernamentales o militares. El ejército venezolano podría intentar derribar misiles o aviones, pero se vería ampliamente superado. “Maduro no quiere una escalada porque sabe que si los provoca para que actúen a gran escala, su ejército no duraría más de un día o dos”, afirmó Gunson.
Will Freeman, investigador sobre América Latina en el Consejo de Relaciones Exteriores, dijo que es más probable que Trump quiera que Maduro piense que Estados Unidos está dispuesto a tomar medidas drásticas, incluido su asesinato. El hecho de que Trump haya dicho públicamente que Estados Unidos está tomando acciones encubiertas dentro de Venezuela es “la señal más clara de que se trata de una operación psicológica, y el objetivo es generar ansiedad y miedo”, afirmó Freeman.
¿Podría caer Maduro?
Maduro se encuentra en una posición más débil que durante el primer mandato de Trump, pero aún cuenta con el apoyo de las fuerzas armadas.
“Puede que cuente con el apoyo de entre el 20 y el 30% del electorado, una cantidad nada despreciable, pero claramente no es suficiente para gobernar el país, especialmente cuando se acaba de robar unas elecciones”, dijo Gunson. “Su permanencia en el poder depende completamente de mantener la lealtad de las fuerzas armadas”, agregó.
Según Freeman, incluso si Estados Unidos ataca, “Maduro se mantendrá”. Trump podría, en cambio, sellar un acuerdo para proclamar su éxito, por ejemplo en materia de drogas o migración, añadió Freeman.
Los vecinos más grandes de Venezuela, Colombia y Brasil, tienen líderes de izquierda críticos con el intervencionismo de Trump. Pero Trump también ha encontrado apoyo, desde la pequeña Trinidad y Tobago hasta países de derecha de la región, como Argentina y Perú.
“Si Estados Unidos lograra derrocar a Maduro, habría muchos comunicados indignados sobre el uso de la fuerza en América, pero entre bastidores mucha gente daría un suspiro de alivio”, dijo Gunson. “Mi duda, por supuesto, es si realmente funcionaría”, concluyó.
Ofrecimiento: Colombia no descarta dar asilo a Maduro si acuerda dejar el poder, dice su canciller
La canciller de Colombia, Rosa Villavicencio, manifestó que su país podría otorgarle asilo al presidente venezolano en caso de que llegue a un acuerdo con Washington. Colombia podría dar asilo al presidente venezolano Nicolás Maduro si acuerda dejar el poder, en medio de presiones de Estados Unidos, aseguró la canciller colombiana.
El presidente colombiano, el izquierdista Gustavo Petro, clama por una transición democrática en Caracas, en medio de la tensiones entre Maduro y el mandatario estadounidense Donald Trump.
“Si esa salida implica que él deba vivir en otro país o pedir la protección, pues Colombia no tendría por qué decirle que no”, dijo la diplomática en una entrevista con Caracol Radio.
Petro aseguró el miércoles que es “hora de una amnistía general y de un gobierno de transición” en Venezuela.
Villavicencio agregó que esa “sería una solución para la situación” que vive la región en el marco del despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe para combatir al narcotráfico. Maduro denuncia que esa estrategia tiene como objetivo derrocarlo. “Pero (esa) es una decisión que deben tomar Estados Unidos y el gobierno Maduro en una negociación”, insistió la canciller.
Clandestinidad: la opositora María Corina Machado dice que tuvo ayuda de Washington para salir de su país
La líder opositora María Corina Machado afirmó que recibió ayuda de Estados Unidos para salir de Venezuela, donde vivía en clandestinidad desde agosto de 2024, y viajar a Oslo a recibir el premio Nobel de la Paz. “Sí, recibimos ayuda del gobierno de Estados Unidos”, respondió Machado a una pregunta en una conferencia de prensa con el Instituto Nobel en Oslo, donde llegó la madrugada de ayer tras un viaje secreto.
La líder opositora, de 58 años, no logró asistir el miércoles a la ceremonia de entrega del premio Nobel de la Paz y fue su hija, Ana Corina Sosa, quien recogió el galardón en su lugar. También ayer, durante una visita al Parlamento noruego, agradeció “a todos aquellos hombres y mujeres que arriesgaron sus vidas” para que pudiera viajar a Oslo.
Machado confirmó que haría “todo lo posible” para regresar a Venezuela pese al riesgo de ser arrestada. “Vine a recibir el premio en nombre del pueblo venezolano y lo llevaré a Venezuela en el momento adecuado”, dijo en inglés. “No diré cuándo ni cómo se hará, pero haré todo lo posible para regresar y también para poner fin a esta tiranía muy pronto”, continuó, en su primera aparición pública desde enero, cuando participó en una marcha en rechazo a la jura de Nicolás Maduro para un tercer mandato.
Respaldo ruso: Putin habló con Maduro y le volvió a ofrecer su apoyo ante la crisis con Estados Unidos
El presidente ruso Vladimir Putin reafirmó su apoyo al venezolano Nicolás Maduro ante la crisis con Estados Unidos, según comunicados de Moscú y Caracas. La llamada se produjo tras la captura, el miércoles, por parte de Estados Unidos de un petrolero frente a las costas de Venezuela, en medio del despliegue militar estadounidense en el Caribe iniciado a fines de agosto con el objetivo declarado de combatir el narcotráfico. “Vladimir Putin expresó su solidaridad con el pueblo venezolano y confirmó su apoyo a la política del gobierno de Maduro, dirigida a proteger los intereses y la soberanía nacional ante la creciente presión externa”, informó el Kremlin. Según la presidencia rusa, confirmaron su compromiso mutuo con proyectos en los ámbitos económico, energético y comercial. El gobierno de Maduro informó poco después que “reafirmaron el carácter estratégico, sólido y ascendente de las relaciones bilaterales”.
Putin dijo a Maduro que “los canales de comunicación directa entre ambas naciones se mantienen abiertos de manera permanente, y aseguró que Rusia continuará apoyando a Venezuela en su lucha por hacer valer su soberanía, el derecho internacional y la paz en América Latina”, indicó el texto.










