RESCATE ESTADOUNIDENSE. Scott Blessent, secretario del Tesoro de EEUU, activó la ayuda para que Milei cambie las expectativas del mercado.
Expectativas. Ese es el combustible que mueve al mercado. Bastó un posteo del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, para que los operadores cambiaran su humor y, así, calmaran la ansiedad frente a una tormenta financiera en la Argentina. Al tuit de Bessent le siguió el respaldo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a su homólogo de la Argentina, Javier Milei, para ayudar al país a salir de la crisis cambiaria. Por ese lado, todavía no entró dólar alguno, pero sí resultó un aval para que los tenedores de bonos argentinos cambiarán la ansiedad por cierta calma, aunque tensa, en medio de un proceso electoral, algo que siempre le pone ruido al mercado. El dólar dejó de subir; también el Riesgo País. Los bonos y las acciones recuperaron parte del terreno perdido y hasta la tasa de interés se redujo. A eso se le sumó la entrada de divisas del agro incentivado vía bajar temporariamente las retenciones a cero, permitió atenuar la tensión. Así, el mercado quedaría “anestesiado” en la previa electoral, con el Tesoro americano dando tranquilidad a los tenedores de bonos (y por ende al riesgo país) y la “lluvia” de dólares del campo calmando la presión cambiaria, sostiene un informe de Invecq Consultora Económica.
El resultado del viaje de Milei a EEUU ancló las expectativas en el corto plazo, en la antesala de las elecciones nacionales. Mientras tanto, el Gobierno dispuso una reducción temporal de las retenciones a 0% para granos y carne hasta el 31 de octubre, con un límite de U$S 7.000 millones, alcanzado en apenas dos días. Como las cerealeras debían liquidar las divisas en un plazo de tres días hábiles tras presentar las declaraciones juradas, se espera un ingreso extra de dólares en el corto plazo (ya se liquidaron U$S 1.870 millones hasta el jueves, sobre un total proyectado de U$S 6.300 millones -90% del cupo-).
La reacción del mercado fue inmediata: en tres ruedas, los bonos soberanos en dólares avanzaron en promedio 31%, con paridades en torno al 65,3% para Bonares y 65,6% para Globales, impulsados por la posibilidad de recompra por parte del Tesoro estadounidense. En consecuencia, el riesgo país se redujo en más de 500 puntos.
Aprovechando la menor presión, el BCRA redujo la tasa de pases simultáneos a un día a la zona de 25% (un recorte de más de 10 puntos porcentuales). La caución diaria cayó de 34% el viernes pasado a cerca de 23%, mientras que las Lecap comprimieron rendimiento de forma marcada: las más cortas bajaron de 3,4% a 2,7% de TEM, y otras pasaron de 4,5% a 2,6%. De esta manera, la curva comenzó a normalizarse, dejando atrás la inversión que mostraba rendimientos más altos en los plazos más cortos. De sostenerse, la baja de tasas podría revitalizar el crédito, motor clave de la recuperación desde 2024, pero que venía perdiendo dinamismo en los últimos meses, indica Invecq.
Hacia el cierre de la semana, el rally de la deuda se moderó, con tomas de ganancias tras la fuerte suba inicial y cierta cautela ante la falta de definiciones adicionales. De todas formas, los inversores ya descuentan cambios en el esquema cambiario luego de las elecciones, condicionando la dinámica de precios a la definición del escenario político y económico. El mercado de futuros y Lecap refleja tasas implícitas por encima del techo de la banda a partir de diciembre.
En términos generales, la semana pasada cerró con un balance muy favorable: el Merval subió 6,4% en pesos y 13,4% en dólares, mientras que el tipo de cambio mayorista cayó 10%.
De acuerdo con la visión de la consultora que encabeza el economista Esteban Domecq, el punto central es si el Gobierno aprovechará esta calma transitoria y el apoyo externo para rediseñar el programa, o si solo buscará ganar tiempo. “Una modificación del programa es inevitable: aun con la suba de casi 20% de los últimos meses, el Tipo de Cambio Real (TCR) actual continuará generando desbalances en la Cuenta Corriente (CC), que se suman a las compromisos crecientes de Cuenta Financiera (CF). La incógnita pasa por la magnitud del ajuste, además de si se modifican otros aspectos (eliminación de las bandas, mayor liberalización de las restricciones para empresas, etc.)”, puntualiza.
Según Invecq, se proyectan necesidades de financiamiento cercanas a U$S 35.000 millones hacia 2026, sin incluir la meta con el FMI. La CC mostraría un déficit de U$S 10.500 M: el superávit comercial de bienes no alcanzaría para compensar el rojo de servicios y de ingreso primario -cercano a U$S 11.000 millones-. En la CF, el Tesoro y el BCRA enfrentarían vencimientos por U$S 7.000 millones, mientras que el atesoramiento de personas humanas podría llegar a U$S 15.000 M, siendo sumamente optimistas. El rollover con organismos internacionales se da por descontado.
En los últimos días se evidenció un incipiente cambio en la dirección correcta: el Tesoro retomó la compra dólares. Esto es clave porque el nivel de reservas del BCRA, así como los depósitos en dólares del Tesoro, siguen siendo muy bajos frente a las necesidades futuras, y resulta clave recomponer reservas para darle sostenibilidad al frente externo. Al mismo tiempo, el Central instauró la “restricción cruzada” para individuos, lo que derivará en una ampliación en la brecha entre el tipo de cambio oficial y los financieros, algo que había prácticamente desaparecido. Con esta restricción, el Gobierno busca reducir la presión sobre el mercado oficial.
En conclusión: el apoyo político de EEUU y los dólares del agro estabilizaron, por ahora, al mercado. Sin embargo, esta ventana es transitoria: si se limita a contener la coyuntura, pronto se agotará. La verdadera oportunidad está en transformar este respiro para rediseñar el esquema cambiario, finaliza Invecq.
Referencia: ¿qué se espera?
El mercado cambiario se prepara para la apertura de hoy con una marcada expectativa, luego de una semana definida por las drásticas medidas del equipo económico que conduce el ministro Luis Caputo para frenar la especulación y fortalecer las arcas del Banco Central. La reimposición del “cepo al rulo” y las fuertes compras de divisas por parte del Tesoro anclaron las cotizaciones, que servirán como punto de partida para la nueva jornada. El valor para el inicio de la semana es de $ 1.350 para la venta en la cotización oficial, mientras que el mayorista, referencia del mercado, arranca en $ 1.326. El “blue”, en tanto, terminó la semana anterior en $ 1.440 para la venta, estableciendo una brecha del 8,6% con el tipo de cambio oficial. Entre los financieros, el MEP concluyó en $ 1.433,53, mientras que el Contado con Liquidación (CCL) lo hizo en $ 1.472,51.








